La aventura de emprender y trabajar en simultáneo.

Si actualmente estás en un trabajo estable y a la vez, tienes el objetivo de iniciar tu propio negocio; o incluso si ya te metiste de lleno en este mundo, déjame decirte que te entiendo, porque yo también he estado allí. Antes de dedicarme a mi empresa, por un tiempo estuve manejando mi 9 a 5 en simultáneo con mi emprendimiento, y con todos mis aprendizajes, hoy quiero contarte un poco de mi experiencia para ayudarte en este camino.

¿Se puede emprender y trabajar al mismo tiempo? 

Antes de empezar, aclaremos este dilema: ¿realmente se puede hacer ambas cosas en simultáneo? Algunos dirán que sí, otros te dirán que no. Y ninguna de las dos opciones está mal, porque al final, la respuesta depende solamente de ti.

Aunque es verdad que muchas veces, las circunstancias se escapan de nuestras manos, y que en el éxito de un negocio intervienen múltiples factores, los resultados recaen también en tu propia voluntad, en tu dedicación, y especialmente, en tus ganas de seguir adelante pese a las dificultades, pues son estas las que te volverán capaz de hacer que funcione incluso en los momentos en que las cosas no van tan bien como esperamos.

Surfeando las adversidades

Muchas veces es sencillo dejarse llevar por la idea de lo que podemos conseguir, pero tienes que saber que el éxito no llega de un día para otro. Por el contrario, si quieres alcanzar resultados positivos, será necesario que superes también los múltiples retos que pueden presentarse a lo largo del camino. Y es que dar el primer paso y atreverse a vivir esta aventura ya es un reto en sí.

Y con esto no quiero decirte que necesariamente tendrás que pasar malos ratos, o que sólo a través del sacrificio llegarás a donde quieres; más bien, desde mi propia experiencia, quiero que desde ahora seas consciente de todo lo que significa emprender.

A la hora de llevar tu propio negocio, todo es diferente. Ahora, la responsabilidad recae sobre ti, como si en tus manos tuvieras el poder de cambiar tu realidad con cada paso que das. ¿Cómo suena eso para ti? Al leerlo, puede parecer aterrador; pero si lo miras como una oportunidad de lograr lo que quieres; de crear una nueva historia contigo como protagonista, estoy segura que la cosa sería distinta. 

En pocas palabras, emprender requiere de valentía, y a pesar de que habrá momentos de miedo, de dificultad o incluso, de muchas dudas, ten presente que la victoria está del otro lado de esas situaciones en las que sentimos que se nos viene el mundo encima. Lo importante es seguir adelante y darle la vuelta a la adversidad, pues el triunfo pertenece a quienes se atreven a crear su propia fortuna.

Aclarando tu mente

Ahora que ya lo sabes, es momento de aclarar otro punto importante, y es el hecho de que emprender va mucho más allá de querer tener más tiempo libre o buscar tu independencia. De hecho, hay muchísimas razones para adentrarte en este mundo, y no todas tienen que ir por estos tiros. 

Si quieres iniciar una empresa, inicialmente pregúntate: ¿para qué quieres hacerlo? Es más, te invito a que en este preciso momento respondas esta pregunta. Y para hacerlo, debes olvidar todo lo que has escuchado. Enfócate en lo que tú quieres, en lo que te gustaría conseguir, en el antes y el después que esperas en tu vida luego de dar el primer paso.

Ahora que ya lo tienes, ¿te gusta lo que ves? Considera que este paso es vital, pues saber a dónde quieres ir te permitirá ganar claridad para accionar con precisión, y lo que es más importante, te permitirá tener un motivo para no desistir. Bien sea que se trate de ganar libertad, de tu propósito de vida, de querer ayudar a otros o eso que guardas en tu corazón, mantén esa razón contigo en todo momento.

¿Cómo lograrlo? 

Ya sabes que emprender no es sencillo; y mucho menos lo es cuando lo haces teniendo un trabajo estable, pero también sabes que es una aventura incomparable. Y además, ya descubriste para qué quieres hacerlo. Así que lo más probable es que en este momento te estés preguntando: pero entonces, ¿cómo lo logro?

Aunque el proceso se ve distinto para cada quien, te comparto algunos tips universales que pueden ayudarte en el recorrido. 

En primer lugar, tienes que saber que si emprendes y trabajas a la vez, no hay mejor aliado para ti que una buena organización. Planificar tus tareas pendientes e incluso, esos momentos para ti, es vital para cumplir con efectividad sin dejarte de lado en el proceso. Sin embargo, no te frustres si las cosas no salen como esperabas. En esos casos que la situación vaya más allá de tu control, pon en práctica la flexibilidad y reinventa las circunstancias.

Otro no negociable para hacerte la vida más fácil es… ¡no tengas miedo de conocerte a ti misma! Atrévete a descubrir cuáles son esas cosas que te funcionan, cuáles son esos momentos en que te sientes con energía, qué métodos te ayudan a organizarte, en qué actividades gastas más energía… Y una vez que lo sepas, adapta tu rutina de acuerdo a tus necesidades. 

Finalmente, me encantaría que te lleves un último aprendizaje, y es que vale mucho más la acción imperfecta que quedarse de brazos cruzados esperando el “momento ideal” para hacer algo. Una vez que te hayas planteado un objetivo, ármate de valor y da el primer paso, aun cuando pueda parecer que necesitas más preparación. Al final del día, la motivación llega una vez que estás en movimiento, y es preferible ir mejorando con el tiempo a que luego tengas que preguntarte qué hubiese pasado de haber hecho las cosas distintas. 

Si estás pensando en emprender, o si ya lo hiciste pero por ahora, tu emprendimiento parece más un hobby, te invito a que compartamos un café virtual para contarte más de cómo he ayudado a otras mujeres a convertir sus ideas en un negocio tangible.

Mándame un mensajito y hablemos un rato.

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