Psicología para emprender

Indudablemente emprender es una gran aventura. Cuando se te pasa por la cabeza la posibilidad de tener tu propio negocio, tu mente no deja de darle vueltas y de sopesar los pros y los contras.

Como emprendedora he vivido los momentos de duda, los miedos, las inseguridades... Quiero que sepas lo importante que ha sido para mí contar con personas que me han apoyado y ayudado en el proceso, personas que siguen ahí y a las que estoy enormemente agradecida.

Me gustaría ser una de esas personas para ti. 

Vivir de tu pasión, la mejor motivación

Generalmente trabajas en áreas que no te entusiasman especialmente, pero que te resultan convenientes en muchos aspectos: el sueldo, la ubicación, el horario, tu cargo o tu nivel laboral, entre otros. En todos los empleos hay cosas que te gustan y otras que detestas, puedes sentirte más o menos motivada, pero si te has planteado emprender tu propio negocio es esencial que esté ligado a una de tus pasiones.

Piensa que emprender es duro, y una buena motivación es esencial.

La mejor es hacer algo que te encante, porque independientemente de cómo vaya tu empresa, esa motivación no te va a abandonar. La motivación va a ser un motor esencial para que tus inseguridades y miedos no te frenen. Si quieres mantenerla debes tener en cuenta, desde el primer momento, que cuanto más segura estés de tus capacidades, más fuerte será tu motivación.

¿Cómo sentirme segura con todo lo que debo afrontar para emprender? 

Trabajando tu autoestima, estando atenta a tus emociones y a la importante información que te proporcionan de cada momento que vives, así como identificando y neutralizando tus miedos (miedo al fracaso, al ridículo, a lo que piensen de ti, a exponerte, etc.)

Tu jefe eres tú, deberás asumir tu responsabilidad como tal

Ser tu propio jefe tiene muchos puntos positivos, no aguantar el mal humor de otro, o sus broncas, sus quejas, sus exigencias... Pero vas a ser la responsable total de tu negocio. Deberás ocuparte de la parte financiera, organizativa, de la relación con tus clientes, de los proveedores, etc. Sobre todo al principio, deberás invertir mucho tiempo y mucho esfuerzo.

Serás quien dé la cara...

...quien responda ante los requerimientos de los clientes, quien deba solucionar problemas y hacer frente a imprevistos. Quizás creas que es demasiado para ti porque tus pensamientos negativos internos te dicen que no estás preparada, que no vales para emprender... No permitas que esos pensamientos te impidan llegar a tus objetivos. Si trabajas en tu autoestima, tus emociones y tus miedos, puedes modificar esos pensamientos e impedir que te afecten negativamente.

Te vas a enfrentar a múltiples retos

Es posible que te sientas capaz de hacerlo porque los rasgos de tu personalidad te lleven en esa dirección , o porque tengas experiencia por tus antecedentes laborales. No obstante, no es nada raro que te sientas insegura, que te dé miedo la incertidumbre que se te presenta. Pero no te preocupes, hay maneras de solucionarlo. ¡Recuerda los 3 pilares que te van a ayudar! Autoestima, emociones y miedos.

Vas a aprender muchísimo...

...tanto de lo relacionado con tu negocio, como sobre ti misma Innegablemente, al ocuparte de muchos temas que son nuevos para ti, necesitarás nueva información, nuevos conocimientos sobre cualquier aspecto de tu negocio. Pero quizás no has pensado que, a nivel personal, vas a vivir una revolución.

Emprender te obligará a enfrentar una serie de limitaciones interiores que, en el peor de los casos, incluso podrían llevarte a desistir de tu idea. Tus creencias, inseguridades y miedos van a actuar para protegerte de lo que más te asusta, van a luchar para que no salgas de tu zona de confort.

Tus armas para seguir adelante con tus planes van a ser, una vez más, trabajar tu autoestima, entender y aprovechar la información que te proporcionan tus emociones y, finalmente, identificar y neutralizar tus miedos. Todo ello te permitirá salir de tu zona de confort, donde nunca pasa nada nuevo, y crecer como persona, con todo lo que ello comporta. Mejorarás en autoconocimiento, en eficacia, ganarás confianza en ti misma, mejorarás en autocontrol, mejorarás tu capacidad de comunicar y tus habilidades para relacionarte con los demás, en este caso, también con tus clientes.