La Coherencia: Entre la Admiración y la Desilusión
Hola, hola
Hoy quiero abrir mi corazón y compartir contigo una reflexión personal que, creo, resuena en el alma de muchos.
La coherencia…
La vida a menudo nos enseña lecciones inesperadas, especialmente cuando se trata de la confianza y la admiración que depositamos en aquellos a quienes consideramos mentores o ejemplos a seguir.
¿Qué sucede cuando la persona que ves como un faro de experiencia y conocimiento actúa de manera contraria a esa imagen que has construido? La sorpresa y la desilusión se entrelazan, dejando un sabor amargo de confusión y mucha desilusión. Es un choque existencial que nos lleva a cuestionar no solo a los demás, sino también nuestras propias expectativas y percepciones.
Si llevas un ratico leyéndome, sabes que soy una romática existencialista.
Creo en la importancia de promover acciones positivas dentro de las organizaciones. Pero, ¿qué ocurre cuando esas mismas organizaciones oen la que tu estas, no respiran los valores que predican? Este ruido, esta molestia, este dolor, es un eco de la disonancia entre el ser y el deber ser.
Desde mi punto de vista, todo radica en la coherencia.
Coherencia, es importante porque garantiza que las ideas, acciones, ideales, valores y palabras estén alineadas y sean predecibles, lo que facilita la comprensión, la comunicación efectiva y la confianza.
Sin embargo, hay áreas grises en la vida.
Por ejemplo, hace un par de semanas, en un coversatorio con Mas x TIC, hablando sobre la Huella en la Tierra. Hablabamos con Diego, fundador de Soy Conservación que cuando se es un promotor de sostenibilidad y de valor compartido, una de las cosas más complejas es la coherencia.
Desde lo personal, pues soy incoherente por muchos frentes. Tengo carro de full gasolina (sueño con uno híbrido para empezary después elétrico), pero trato de moverme caminando cuando se puede. La arena de mi gata no es de unamarca amigable con el medio ambiente. No compro verduras solo orgánicas. En fin…
Sólo puedo sacar pecho, de la gestión de residuos en mi casa, porque solo se va al relleno sanitario lo que sale de los baños. De resto ya logré que asegurarme que entre en circularidad.
Desde el emprendimiento climático y las empresas que usan y quieren usar el apellido sostenibildad. El deber ser sería que solo lo usen cuando de verdad tengan una gestión integral de todo lo que pasa a su interior y afuera con el ciclo de vida de su producto y servicio. Se trabaja por eso intensamente… pero falta.
En las empresas que predican culturas organizacionales basadas en bienestar, pero donde sus colaboradores viven otra realidad.
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Desde la consultoria o el apoyo al crecimiento personal de otra persona, y termina esa persona comportándose en su vida personal y familiar en contravia de lo que aparenta trasmitir y usar en sus procesos de acompañamiento.
Alcanzar y mantener la coherencia es *%&%$ difícil.
Es difícil por nuestra propia complejidad humana. Las personas tienen múltiples facetas y pueden actuar de manera diferente en distintas situaciones, lo que puede percibirse como incoherente.
Por la presión social y expectativas. A veces, las expectativas sociales o la presión para conformarse pueden llevar a las personas a actuar de manera que no se alinea con sus creencias o valores personales.
Por comunicación. La coherencia en la comunicación requiere claridad y estructura, y puede ser desafiante mantenerla, especialmente en situaciones complejas o de mucho estrés.
La coherencia es un ideal al que muchas personas aspiramos, tanto en nuestra vida personal como profesional, pero alcanzarla y mantenerla constantemente es un proceso que requiere muchoooooo autoconocimiento, esfuerzo consciente y hasta toma de decisiones drásticas.
Creo que la incoherencia sería valida cuando se está construyendo otro nivel o conjunto de valores e intereses, gracias al cambio y crecimiento, por nuevos aprendizajes y experiencias que nos llevan a nuevas opiniones y comportamientos. En este caso, claro alguien podría verse incoherentes al inicio, la clave es después ver esa evolución, y no mantener la incongruencia entre una cosa y otra.
Volviendo al principio, sobre la coherencia que se espera de otros y la línea tan delgada entre la admiración y la desilusión. Trato de tener presente uno de los 4 Acuerdos del Dr. Miguel Ruiz (si no los conoces, ve a este post).
Acuerdo #2, no te tomes nada personalmente. Significa ser tan fuerte por dentro que entiendas que lo que los demás dicen y hacen es reflejo de su propia realidad; al no tomarlo personal, evitas sufrir sin necesidad.
Caray… pero, ¿cuánto trabajo individual se requiere para realmente internalizar esta máxima? Es un viaje de autodescubrimiento y fortaleza emocional.
Te invito a reflexionar sobre estas experiencias y a encontrar la paz en el caos de las expectativas rotas. Juntos, podemos aprender a navegar estas aguas turbulentas con gracia y comprensión.
Me encantaría saber qué piensas ⬇️ déjame un comentario
Gracias por llegar hasta acá, leerme 😍😍😍 y si te gustó comparte 😀😀😀
Soy Mónica Avila Forero, apasionada por el impacto, el bienestar, el liderazgo y la sostenibilidad. Acompaño a lideres de startups y compañías, a maximizar su impacto, productividad y bienestar, para crecer sus empresas, sin quemarse en el intento y aportando a la regeneración y sostenibilidad de nuestro planeta. También soy la Directora de Programas de CleantechHUB, una organización "que representa un movimiento de acción climática emprendedora que busca fortalecer ideas y startups durante todo el camino del emprendimiento y aceleración".
Abogada Ambiental, consultora, investigadora. Gobernanza, políticas, recursos hídricos, proyectos, inversiones y negocios sostenibles, verificación de normas, comunidades locales e indígenas, Cambio climático, NDC.
7 mesesMónica Avila Forero Me ha encantado el post!! Definitivamente no podemos ser duales con nosotros mismos y nuestro discurso y razón de ser! Pensamiento y acción, combinar estos pilares para darle coherencia a la vida y nuestros propósitos requiere convicción, principios, valores y un trabajo de tesón como la hormiga, con perseverancia. Aprender a nadar en aguas turbulentas es la clave, ayudar a los demás, sin dejarnos convertirnos en victimas. Es sanar, escalar y sortear entre curvas y rectas para llegar a la meta, con pasión y amor. Esto vence los miedos.