La competición para el desarrollo integral

Dentro de los tres cajones existentes en la sesión de entrenamiento, quizá el más denostado últimamente en la formación integral de futbolistas es el tercer cajón y no por ello menos importante.

El primer cajón es la técnica, el segundo es la táctica que muchas veces se convierte en la técnica de la táctica y el tercero el juego real, la competición. Los tres cajones son complementarios e inseparables. Dentro de la sesión, todos tienen su protagonismo y son indispensables para la formación completa del jugador.

La mejora técnica y biomecánica de acciones en el primero, mejora técnico táctica en el segundo (muchas veces a través de juego de posición, CONTEXTUALIZACIÓN DE ACCIONES) y en el tercero, la competición, para la mejora del entendimiento del juego.

Los tres cajones del entrenamiento, la técnica en el primero, la táctica en el segundo y la competición en el tercero forman la composición perfecta para la mejora integral.

Qué mejor manera que el juego competitivo en las sesiones para llevar a nuestras sesiones situaciones lo más parecidas a lo que nos encontraremos en la competición oficial. Podremos además poner condicionantes para favorecer situaciones que queramos mejorar, desde aspectos técnicos individuales, hasta aspectos psicológicos (poner predeterminadamente a uno de los equipos por debajo en el marcador por ejemplo) pasando por la mejora de aspectos técnicos colectivos, mecanismos ofensivos y defensivos, etc.

Dentro del contexto general formativo, según la etapa en la que nos encontremos tendrá mayor o menor presencia el aspecto técnico o táctico, pero el juego competitivo en las sesiones, nuestro tercer cajón, es la mejor herramienta para dotar a nuestros jugadores de la comprensión del juego, un aspecto que cada día se está perdiendo más. Es la mejor herramienta en manos de los técnicos para la mejora integral, física, técnica, táctica y psicológica de nuestros jugadores, dotaremos a estos de situaciones en todas las fases del juego (ataque, defensa y transiciones), incluiremos situaciones de ABP para la mejora de estas y dotaremos a nuestros jugadores de la capacidad de asimilar la victoria o la derrota con total normalidad.

Pero, es más, en canteras de alto rendimiento, la aparición de situaciones competitivas durante la semana hará suplir la carencia de competición real los fines de semana, debido, a que quizá, la comunidad autónoma en la que se encuentre ese club no tenga rivales a la altura de las capacidades técnico tácticas existentes en sus equipos.

Por tanto, utilicemos la competición como herramienta para el desarrollo integral de nuestros jugadores.