La construcción mediática de la delincuencia económica: intereses, poder y cambio de percepción pos-crisis

La corrupción y la delincuencia económica en España han sido presentadas de diversas maneras por los medios de comunicación a lo largo de los años, influenciadas por los intereses de los poderes económicos y políticos que controlan el relato mediático. La crisis económica de 2007-2008 marcó un cambio en la percepción pública de estos delitos, evidenciando la necesidad de una cobertura más objetiva y crítica.

El tratamiento mediático de la delincuencia de "cuello blanco"

Históricamente, casos como el del exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, fueron tratados de manera sensacionalista por los medios. Roldán, acusado de corrupción y malversación, se convirtió en el centro de una cobertura mediática que a menudo se enfocaba más en aspectos personales y escandalosos que en la gravedad del delito y sus consecuencias para la sociedad.

Intereses y control mediático

El control de los medios por grandes grupos financieros y corporativos ha influido en la forma en que se presentan los casos de corrupción. Grupos como PRISA y Unidad Editorial, con complejas redes de propiedad e influencias, han jugado un papel en la construcción del relato mediático, a menudo favoreciendo a la élite económica y política.

Cambio en la percepción pos-crisis

La crisis económica trajo consigo un cambio en la percepción de los delitos económicos. Casos como el de la trama Gürtel y las Tarjetas Black han sido tratados con un enfoque más centrado en los hechos delictivos y sus repercusiones legales y sociales. En estos casos, la cobertura mediática se ha inclinado más hacia una crítica de las prácticas corruptas y sus efectos en la economía y la sociedad, en lugar de centrarse en detalles sensacionalistas o personales.

Conclusión

La evolución en la cobertura mediática de la delincuencia económica y la corrupción refleja tanto la influencia de los poderes que controlan los medios como un cambio en la conciencia social. La crisis económica de 2007-2008 fue un punto de inflexión, llevando a una demanda de mayor transparencia y objetividad en los medios. Reconocer la influencia de los poderes corporativos en la construcción del relato mediático es crucial para una comprensión más profunda de la corrupción y para fomentar la lucha contra la delincuencia económica.