La Disrupción Digital
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Disfruto cada día de mi negocio y de tener la enorme fortuna de trabajar para algunas de las más importantes empresas del mundo de los negocios.
También soy plenamente consciente de mis limitaciones, y muchos días me siento como un completo imbécil que ignora muchas de las cosas que debería conocer. Pero dispongo de dos grandes activos que casi siempre han jugado a mi favor.
Uno, amo el mundo de la empresa Me fascina desde que era solo un crio.
Dos. Mi curiosidad es insaciable, y mi voluntad de aprender es inasequible al desaliento.
Por todo esto, soy inmensamente feliz de vivir estos tiempos de cambio permanente y cada vez más acelerado. Un tiempo en el que las empresas solo tienen una opción para sobrevivir. Abandonar sus zonas de confort. La disrupción ha llegado para quedarse en forma de revolución digital, ofreciendo a las empresas nuevas posibilidades de afrontar su futuro. El desarrollo tecnológico está modificando completamente las formas de trabajar y de hacer los negocios. Las ventanas de oportunidad se abren y se cierran a gran velocidad. La cuarta revolución industrial, no tardará en quedar obsoleta.
La palabra clave antes era cambio, hoy es transformación.
Asistimos a la llegada de nuevos competidores apoyados en nuevas tecnologías, nuevos modelos de negocio completamente diferentes a los tradicionales y bien conocidos, los modelos freemium, la economía de las plataformas, la digitalización, el big data, el cloud, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, que nos facilita capacidad infinita de almacenamiento, monitorización y explotación del conocimiento, blockchain, API, impresión 3D, ciberseguridad.
Nos obliga a incorporarnos a un nuevo mundo en el que la incertidumbre, el cambio continuo, la globalización, la hiperconectividad, la complejidad o la rapidez se han convertido en una nueva realidad.
La digitalización es un proceso ineludible para las empresas, pero lo primero, siempre, seguirán siendo las personas. Esta transformación no consiste solo en invertir en tecnología. Se impone una evolución de la cultura corporativa, que aprovechando la potencia digital, ponga el foco en las personas, tanto clientes como empleados.
Estamos ante uno de esos momentos decisivos, en los que las empresas y sus equipos deben tener el valor suficiente para retarse a sí mismos. Hay que detectar y adaptarse a los cambios antes que los demás, lo que obliga a los líderes empresariales a actuar con valentía y salir de su zona de confort para ser capaces de sacar partido de todo el valor que la transformación digital generará.
La disrupción digital esta ya generando transiciones de mercados, y cambios exponenciales en los negocios. A las empresas se las exige un nuevo nivel de agilidad, con el que sean no solo capaces de cambiar lo que hacen, sino adaptarse con más facilidad. Toca aprender nuevas formas de sacar ventaja.
La digitalización ya no es un concepto abstracto. Asistimos a constantes evoluciones tecnológicas, con la conectividad como base. Aprendemos a entenderlas y a convivir con ellas, el big data con las analíticas, la computación en la nube con las plataformas tecnológicas, soluciones móviles con servicios localizados, redes sociales con aplicaciones colaborativas, el internet de las cosas, dispositivos conectados, inteligencia artificial, aprendizaje automático, la realidad virtual.
Y en medio de todo esto la transformación digital empresarial, con nuevos modelos de negocio, que crean ofertas que superan en calidad y precio a las de las empresas tradicionales.
Por todo ello las personas tienen que ocupar un lugar predominante en la transformación. Seremos nosotros los que identifiquemos las nuevas tecnologías aplicables a nuestro negocio. Seremos nosotros los que diseñemos, desarrollemos, implementemos y utilicemos los nuevos sistemas. Y en definitiva, seremos nosotros los que traslademos el valor de nuestra transformación al mercado, a nuestros clientes, y claro, a nuestra cuenta de resultados. Aparece la necesidad de contar con nuevas capacidades asociadas a este ámbito, lo que plantea un reto a la formación de nuestros equipos, o la incorporación de nuevos talentos.
El aprovechamiento de las nuevas herramientas, y la experiencia de nuestros clientes dependerá básicamente de la capacitación de nuestros equipos.
La palabra clave, ya no es cambio, ni transformación. La palabra clave es determinación.
Human Business Intelligence, Expertos en Optimización del Rendimiento
Gerente I+d Prosegur Security en Prosegur
6 añosMe parece un texto que deberiamos leerlo tranquilamente porque nos lleva al horizonte de lo inevitable de nuestras vidas empreaariales. Felicidades amigo un articulo cercano pero con una realidad patente Transformacion si pero DETERMINACION