La estrategia son las personas

Hace unos meses, escribí una reflexión titulada: Las empresas son las personas, donde hablo de que, a pesar del rápido avance de la tecnología, son las personas el elemento diferenciador. Desde el primero hasta el último empleado, cada uno en su ámbito, juega un papel crucial.

Abundando en esto, surge un tema crucial: ¿Qué personas? ¿Vale cualquiera?

Desde mi punto de vista, la respuesta es no. Es necesario encontrar perfiles adecuados para cada puesto. No solo se trata de que tengan los conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones, sino que también cuenten con un carácter comprometido y capacidad de adaptación. Esto marca la diferencia entre un empleado común y alguien que aporta valor añadido al equipo.

Como afirmó David Packard, fundador de HP junto a William Hewlett: "La ventaja competitiva más determinante, diferencial y duradera de las empresas son las personas adecuadas. La tecnología cumple su papel transformador, la innovación es fundamental y las tendencias de los consumidores son decisivas. Pero lo que permite adaptarse, enfrentar cambios y crear oportunidades en la adversidad son las personas adecuadas".

Precisamente, hace unos días, leí un artículo que abordaba este tema. De entre muchas frases acertadas, me quedé con una: "Sitúa a los mejores donde están las mejores oportunidades, no en los problemas más graves". No solo se trata de rodearse de talento, sino también de saber sacarle partido.