La habilidad para tomar decisiones: adaptación al cambio y situaciones inesperadas

La habilidad para tomar decisiones: adaptación al cambio y situaciones inesperadas

Por: Pablo Echeandía

Gerente General de Coaching y Talento

La adaptación al cambio significa estar dispuesto con actitud para analizar y tomar una decisión implica desarrollar la habilidad de adaptarnos a los cambios.

No podemos asegurar que las circunstancias en las cuales tomamos una decisión sigan siendo las mismas después de haberlas tomado.

Autocontrol:

Hace referencia al dominio de nuestras reacciones para gobernar estado de estrés y obtener equilibrio personal. No se refiere al físico sino a aquel en donde la reacción, las emociones y la racionalidad están balanceadas y nos permiten:

• Tomar acciones

• Observar

• Escuchar

• Analizar

• Llegar a conclusiones interesantes, maduras y útiles para nosotros y para los demás.

 

El estrés es un factor que debilita este equilibrio. Hay una zona en el cerebro que se encarga de tomar el control cuando alguna situación nos amenaza o agrede.

Esta zona es llamada “cerebro reptiliano” y una de sus funciones es protegernos activando instintos de sobrevivencia lo que nos hace reaccionar para defendernos o huir de la situación amenazante, mas no necesariamente para pensar o raciocinar y esto último es lo que necesitamos para tomar una decisión.

Podemos hablar extensamente de los mecanismos que se pueden activar para ayudar a gobernar el estrés, sin embargo por una cuestión de espacio me limitaré a sugerir tres acciones muy básicas y naturales que en muchos casos intervienen exitosamente en la disminución del estrés:

  1. • Estar hidratado: beber agua pura en sorbos pequeños y en forma constante.
  2. • Respirar a profundidad, inhalando aire para llenar pulmones y abdomen; mantener la respiración por unos segundos, más de lo que acostumbramos y luego exhalar lentamente.
  3. • Realizar breves ejercicios de estiramiento en piernas, brazos, espalda y cuello.

 

Estas 3 acciones básicas y naturales ayudarán a mantener en equilibrio y activar aquellas zonas cerebrales que nos permiten pensar, razonar y tomar decisiones.

 

Por supuesto no son las únicas para lograr el equilibrio deseado, podemos meditar, hacer yoga, realizar ejercitación física entre otras prácticas.

 

Para concluir, quiero manifestar que cuando se trata de decisiones inherentes a planes o proyectos, debemos cumplir inicialmente y en forma rigurosa con:

▶ El análisis de alternativas y riesgos.

▶ Efectuar controles y revisiones constantes.

▶ De ser necesario, aplicar correcciones durante el camino de tal manera que se facilite obtener resultados esperados.

 

No olvidemos que el más potente sustento está en nuestra decisión para asumir una actitud favorable y una buena disposición hacia el proyecto y a las personas que lo conforman. Quizá esto sea más que lo matemático, que nos permita decir al final: “fue una buena decisión”.

 

Autor: Pablo Echeandía

Colaborador profesional de la revista Panadería y Pastelería Peruana

Gerente General de Coaching y Talento

www.coachingytalento.com

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