¿La IA me va a robar el empleo?

Como he dicho anteriormente, la imaginación de las personas tiende a ser extensiva y quizá por ello, cuando pensamos en una IA sustituyéndonos, pensamos en alguna cara de robot tecleando o vaya usted a saber qué. Y no es así, no va a haber un robot en una cueva ultrasecreta realizando funciones burocráticas aburridas. Probablemente, lo que habrá será un grupo de personas que consigan indicarle a la IA lo que tiene que hacer con una precisión casi inimaginable. En consecuencia, decenas de puestos de trabajo serán eliminados por una persona que se encargue de cientos, quizá miles de trámites a través de una IA programada por él mismo.

Lejos de ser un problema, la IA puede ser una oportunidad de erradicar aquellos puestos de trabajo, que siendo indispensables en 2023, dejen de serlo en un periodo muy corto de tiempo. Esto convertirá a las empresas en entidades mucho más eficientes y, en muchos casos, esa inversión que se realizaría en personal, acabe realizándose en I+D+i, por lo que, también es altamente probable que el desarrollo de la tecnología sea exponencial en poco tiempo.

No debemos exigir un boicot tecnológico, pues este está irremediablemente abocado al fracaso

Sin embargo, no es menos cierto, que los gobiernos se enfrentarán a una masa de personas desempleadas que han sido educadas para la realización de tareas que ya no serán necesarias realizar. Pero al contrario de lo que solemos creer, estas situaciones no son precisamente novedosas. Si echamos la vista atrás, miles de personas han perdido su trabajo en la industria por las innovaciones tecnológicas. Desde las hilanderas o los lecheros, por poner ejemplos, habían sido vitales para las redes económicas en la antigüedad, pero ambos oficios son un vestigio de otro tiempo y la sociedad ha superado su existencia con relativa facilidad.

No debemos exigir un boicot tecnológico, pues este está irremediablemente abocado al fracaso, sobre todo teniendo en cuenta que hay países que no tienen remilgos en utilizar esta tecnología. Tenemos que exigir que nuestros gobiernos sean conscientes de esta situación y actúen en consecuencia. Deberemos pedir liderazgo, gestión y planificación. Veremos si están a la altura.

La suerte nos va en ello.