LA IMPERIOSA NECESIDAD DE UN CUADRO DE TESORERIA
Hay una tendencia a medir la solidez y solvencia de una compañía con base fundamental en su fondo de maniobra. Sin embargo, hay que decir que dicho indicador nos da una información estática e incompleta. Si al fondo de maniobra no le añadimos la función tiempo para darle dinamismo, se queda en un ratio simple e incompleto.
Un importante análisis pasa por una correcta proyección de un cuadro de tesorería. Es decir, por una proyección del cash flow esperado para doce meses. Y la incorporación del mismo al cuadro de mandos diario o semanal o, al menos, mensual.
Como el papel lo aguanta todo, no demos hacernos trampas en el solitario. Tiene que tener el mayor grado de realismo posible y ha de ser analizado, al igual que el G.O.P. de manera habitual, constante y con una confección específica y personalizada para cada empresa.
Además ha de servir como herramienta para hacer test de stress en una empresa ayudando a tomar decisiones de forma anticipada cuando se constata una tendencia específica en el mercado de cada compañía.
Pero es que además, sirve como protector de las responsabilidades personales del administrador o de los miembros del consejo de administración. Y esto es así porque la legislación concursal deja bien claro que las responsabilidades se comienzan a medir “cuando se conoció, o debió conocerse, la situación de insolvencia”. Además te permite gestionar mejor la eventual situación preconcuncursal entre las tres posibles que define la nueva Ley Concursal. Y no olvidemos que las empresas entran en insolvencia y mueren por la caja, por la tesorería.
No prescinda usted de esta ayuda.