La insuficiencia de la contabilidad tradicional.

El departamento de contabilidad de cualquier organización es uno de los pilares fundamentales de la gestión del negocio y es una de las disciplinas con mayor trayectoria en la historia de la administración de empresas. Conocer la realidad económica de una empresa, el rendimiento de las inversiones o la rentabilidad de las operaciones que se realizan de forma cotidiana es una de las actividades más importantes a la hora de tomar decisiones y poder orientar el rumbo de la organización en el futuro.

Esta disciplina se caracteriza por un marcado estilo cerrado, ya que su carácter puramente cuantitativo permite escasas variaciones o estrategias de innovación. Sin embargo, el cambio en la naturaleza de la mayoría de las nuevas empresas han dado lugar a una modificación de la gestión contable, la cual está experimentando una progresiva apertura hacia la innovación y el desarrollo.

Uno de los estilos de negocio que más se está extendiendo en la actualidad son las startups, un tipo de empresa emergente que cuenta con la dirección de uno o varios emprendedores. Estas empresas se caracterizan por ser compañías muy pequeñas, con un alto nivel de especialización, con pocos clientes y con un elevado carácter flexible y de adaptación.

Ante el auge de este tipo de negocios, la contabilidad ha tenido que pasar su estilo tradicional, caracterizado por fríos números, a un estilo mucho más innovador, caracterizado por un conjunto de herramientas que permitan llegar a al desarrollo de una visión estratégica, sistémica y global del negocio.

Además, el área de contabilidad empresarial también se ha visto fuertemente influenciada por el desarrollo de las nuevas tecnologías, las cuales han permitido una mayor automatización y eficiencia, reduciendo así la cantidad de errores.

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