La manipulación es un arte popular
Comúnmente, atribuimos el término manipulación a personas que no se encuentran en su sano juicio y que en función de conseguir lo que quieren se llevan todo por delante. Pero en esta oportunidad, quiero hablarte de la expresión habitual de la manipulación que es asequible a cada uno de nosotros y cuyo modus operandi es particular en cada individuo. Es importante comprender que venimos a este mundo con una predisposición egocéntrica que en condición de niños se refleja en querer obtener satisfacción sin censura ni espera. Con el proceso de maduración y socialización esta fuerza se comienza a inhibir para darle paso a la vida en comunidad, pero aún, pervive en nuestro interior. Hacer expresa está intencionalidad podría significar un fuerte repudio o una condena social y este es el inicio de activar los comodines en la baraja de mi personalidad para lograr lo que quiero. Por ejemplo, en mi acción de reír y hacer reír todo el tiempo logro relaciones de simpatía y superficialidad, en mi acciónar de víctima consigo que las personas estén todo el tiempo a mi lado asistiéndome, en mi accionar confrontativo genero miedo logrando la obediencia de mis allegados, en mi habilidad de oratoria sugestiono la voluntad del prójimo, regalo cosas con la expectativa de que hablen bien de mi, etc. Creo que es momento de que nos miremos al espejo para dejar de ser cómplices de nosotros mismos, haciendo conscientes las estrategias inconscientes. Las relaciones humanas no son una partida de ajedrez y el amor comienza en nuestra estima personal.