LA PIEZA QUE NO ENCAJA, NO ENCAJA POR MUCHO EMPEÑO QUE LE PONGAS
Si hay una idea que me ronda la cabeza últimamente es que si una pieza no encaja, no encaja por mucho esfuerzo y empeño que hagamos. Y si logramos que al final encaje (cosa improbable) será a costa de un trabajo y tiempo invertido desmesurado. Las personas somos piezas que encajamos en el puzle de las organizaciones y en estos puzles hay personas que no encajan. Todos hemos oído casos de trabajadores que han alcanzado el éxito en empresas, que son contratadas por otras y no obtienen el éxito que se esperaba o incluso fracasan de manera estrepitosa. ¿Qué ocurre? ¿No es la misma persona para tener éxito en una empresa que en otra? ¿Qué motivos llevan del éxito al fracaso?
Todo parte de analizar tres factores importantes que llevan a las personas a encajar o no encajar, es decir, alinearse en las organizaciones:
- La cultura de empresa. Es vital que exista alineamiento del trabajador con la cultura de empresa. No olvidemos que la cultura marca el tipo de conducta entre todas las personas y los valores marcan dicha conducta. Si tus valores están muy alejados de los de la empresa o aún siendo parecidos a los tuyos su interpretación y aplicación en la conducta son contrarios a los tuyos es muy difícil la adaptación.
- El estilo de dirección. Muy unido a la cultura es este otro factor. Las Direcciones de las empresas imponen con rigidez su estilo de dirección. Los trabajadores tienen que hacer en mayor o menor medida un esfuerzo de adaptación a su estilo y en muchas ocasiones no se produce. Las personas no se van de las empresas se van de sus jefes.
- Sentido de pertenencia. Para cualquier ser humano, uno de los anhelos que tenemos es sentirnos integrados y aceptados en un grupo. Si hay rechazo del grupo independientemente de los motivos que lo originen, es imposible la integración de ese trabajador en una empresa.
Si no estás alineado con la cultura, la dirección de tu empresa dirige con un estilo que no va contigo y no te sientes integrado en la organización, por mucho que quieras es difícil encajar. Entonces comienza un proceso de desvinculación sin retorno.