La procrastinación productiva como mecanismo para avanzar al momento de emprender

La procrastinación, por definición, es la acción de retrasar las tareas que deben hacerse y normalmente esto lo hacemos porque son tareas que no nos gustan (por cualquier razón) o incluso, porque no tenemos muy claro de qué forma realizarlas (por desconocimiento o por su grado de dificultad, por ejemplo).

La procrastinación suele tener una connotación negativa, pero podemos usar esto a favor y asumir un ejercicio de procrastinación productiva.

Así, al momento de emprender, te vas a encontrar con múltiples tareas que no son tan chéveres sobre todo en las primeras etapas donde debes hacer de todo un poco y es probable que retrases su ejecución, lo que no es tan positivo porque debes avanzar a toda máquina.

Con base en esto, te comparto 3 pasos simples que puedes implementar al momento de procrastinar para que lo hagas de forma productiva y avances en tu emprendimiento:

👍 Encuentra una actividad en la que "te vas a ocupar", pero busca que sea una actividad ligera que no demande mucha concentración.

✌️ Cuando ejecutes esta actividad, dado que no demanda mucha concentración, ve pensando en la forma de realizar la tarea que estás retrasando. Aquí pueden aparecer formas de hacerlo más rápido o de qué modo resolver la situación si es que se trata de algún problema a resolver.

🤘 Elimina las distracciones (después de procrastinar de forma productiva) y ejecuta la tarea que estabas retrasando lo más rápido posible (para no perder el impulso). No obstante, si la procrastinación productiva la estás haciendo en fin de semana o haciendo ejercicio, te recomiendo tomar nota para que no pierdas las ideas que generes.

Ahora, aunque los beneficios son obvios, a continuación te comparto 3 que pueden reforzar esta perspectiva:

1. Nuevas perspectivas. A veces, si te alejas de una tarea específica puedes regresar con nuevas ideas.
2. Gestión del estrés. Ejecutar tareas pequeñas te puede ayudar a reducir el estrés y te brinda una sensación de logro, lo cual es fundamental para mantener la motivación.
3. Desarrollo de habilidades. Si utilizas el tiempo de procrastinación para aprender algo nuevo o mejorar una habilidad existente puede ser muy beneficioso en el tiempo.

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En conclusión, el objetivo no es evitar el trabajo importante, sino encontrar un equilibrio que te permita avanzar de manera constante sin llegar a un burnout. La clave está en que seas consciente de cómo aprovechas el tiempo y en que orientes tu procrastinación hacia actividades que te permitan avanzar al momento de emprender.