La salud de nuestros... nosotros.
De más está decir que la industria de la salud también está sufriendo un gran cambio. Este año tuve la oportunidad de conversar mucho con referentes de esta industria, desde médicos a laboratorios, pasando por prestadores de servicios y proveedores de equipamiento.
Definitivamente, no soy experto en la industria y lejos estoy de serlo.
Sin embargo, en muchas de estas conversaciones, los temas pasan por el mismo eje: la población, nosotros, estamos evolucionando y, envejeciendo.
Es por eso, que en este ecosistema que menciono en el primer párrafo; surgen todos los días nuevas iniciativas de atención basada en crear valor para esta población.
Tecnológicamente hablando, es indudable el protagonismo de la inteligencia artificial en estas iniciativas, pero también estan brotando soluciones que aprovechando de la explosión de dispositivos conectados e inteligentes en hogares, empresas y bolsillos; intentan mejorar y crear valor en la atención del paciente, y su familia.
La industria de la salud no está al margen de las dirupciones tecnológicas. El éxito en esta industria parece estar cada vez más cercano para aquellos que se aboquen a identificar y comprender las necesidades de los usuarios de esta industria, ya sean pacientes como prestadores y proveedores de servicios.
Junto a las nuevas tecnologías aplicadas a la salud, deberán venir nuevos modelos operativos o de negocio que cambien las formas en que hoy se prestan los servicios alrededor de la salud; que saquen provecho de datos y métricas que, al final del camino, marquen una experiencia relevante para pacientes y clientes.
Definitivamente, si algo escuché estos últimos meses, conversando con muchos en este ecosistema relacionado a la salud y tecnología; fue sobre experiencias. Experiencias de pacientes y profesionales. Sobre como se miden, al borde del tiempo real y no tanto al tradicional feedback reactivo. El de las estrellas y calificaciones.
Es por eso, creo, que todos los modelos de atención virtual o remota están también en auge. Pronto, si es que ya no está sucediendo; estos esquemas modificarán radicalmente la forma en que hoy la industria presta asistencia médica a pacientes a través de experiencias digitales, convenientes y personalizadas. Esto impactará no sólo a las visitas ambulatorias, sino también a las evaluaciones y ensayos clínicos hechos en casa o virtuales.
Como todo cambio implica desafíos, muchos proveedores y prestadores verán tambalear sus modelos de negocio y deberán adaptarse.
Y, si hablamos de generar experiencias relevantes, la manera de lograrlo es a través del conocimiento que podamos obtener de los pacientes exprimiendo y sacando jugo de todos los datos que se generan en el sistema de salud diariamente. La clave va a estar en discriminar datos aislados de información relevante que podamos convertir en conocimiento y, al final del día; en mejores experiencias dentro de este sistema. Para esto nuevamente, escucho cada vez más seguido el concepto de interoperabilidad. Esta interoperabilidad es la que está determinando otro enorme flujo de soluciones para la industria de salud.
Es ahí donde juega un papel importante la inteligencia artificial, como herramienta que ayude a todo el ecosistema de pacientes, prestadores, proveedores de tecnología, farmacéuticas y gobiernos a predecir, pronosticar, optimizar e interactuar de la mejor manera. La inteligencia artificial es un agente catalizador ideal desde la atención médica gracias a la promesa de mejores experiencias y resultados. Es por eso que estamos viendo cada vez más soluciones comerciales que aplican inteligencia artificial desde la interacción con pacientes hasta para el diagnóstico.
Otra tecnología que seguramente va a tener un impacto importante en la industria de salud será blockchain y todas sus derivadas. Esta vez no de cara al paciente sino en la integración y transparencia entre prestadores y poveedores de servicios del ecosistema. De nuevo aquí el concepto de interoperabilidad de la mano de la desintermediación en las contraprestaciones del sistema. Esta tecnología ya se está pensando y aplicando para la gestión de historias clínicas, auditorías médicas, prevención de fraudes, trazabilidad de medicamentos e insumos, etc.
A futuro, vamos a ver aparecer nuevas tecnologías y proyectos que, a modo de piloto; permitan a todos los actores de la industria a aplicar en casos de uso más ambiciosos. Pero ya hoy, al igual que en casi toda industria, la tecnología vino, para facilitar y habilitar nuevas y mejores experiencias; y para quedarse.