La sucesión en la empresa familiar
La empresa familiar tiene unas características distintivas, asociadas a su naturaleza. Además de que el control del capital es de una familia y uno o varios de sus miembros la dirigen, el profesor Joan Ginebra, en ‘Las empresas familiares’, señala cuatro variables específicas: las relaciones de afecto, que buscan el bien recíproco, la enorme comprensión que facilita poca comunicación formal, la aceptación de la autoridad y la finalidad común, que suele conllevar un importante espíritu de sacrificio.
Un momento clave para la supervivencia de la empresa familiar es el relevo generacional al frente de las mismas. Un proceso que no está exento de dificultades, porque confluyen las realidades y objetivos que las configuran: las empresariales cuyo fin es económico, rentabilizando el capital; la familia, con un fin de convivencia y desarrollo de sus miembros, y las propias de cada uno de sus integrantes.
Como reflexiona Joan Ginebra, en la empresa se considera a cada uno por lo que hace, y, en cambio, en la familia cada uno es considerado por ser quien es. Las familias empresarias deben tener en cuenta que el patrimonio familiar es una suma de partes entrelazadas y ser conscientes de que las decisiones empresariales afectan al patrimonio familiar y viceversa.
Para evitar conflictos en el proceso y problemas en el futuro, es fundamental trazar un plan estratégico global que tenga en cuenta el equilibrio entre todos estos elementos. Sin embargo, muchas compañías no planifican adecuadamente este reto que plantea la sucesión, facilitando que muy pocas, una de cada diez, lleguen a la tercera generación.
Por ello es fundamental realizar un ejercicio de reflexión, pero también de proyección, entendiendo los diversos componentes emocionales y de negocio para diseñar ese plan sucesorio de la empresa familiar, permitiendo alinear los intereses de los diferentes miembros de la familia empresaria con el proyecto en el largo plazo.
En nuestra experiencia es necesario que se imponga cierta dosis de pragmatismo para adoptar las mejores decisiones para cada uno y para el proyecto familiar, teniendo claro el foco y la estrategia.
Artículo firmado por mí en Diario Sur, el 17 mayo 2021