La toma de decisiones en la actualidad

Hasta hace un tiempo, un ex compañero de trabajo me preguntaba si estaba tomando la decisión correcta al dar un giro profesional de 180º, es una pregunta que hace cuestionarte ¿estaré tomando la mejor decisión?, ¿me arrepentiré al poco tiempo?, ¿valdrá la pena esto? lo cierto es que vamos tomando decisiones desde que nos levantamos y estas impactan nuestra vida en todos los niveles profesional, personal, intimo, laboral y financiero.

Según el matemático D. Bernoulli, el problema de la elección reside en la utilidad, de esta manera podemos decir que ante la toma de decisiones con incertidumbre (resultados inciertos) seleccionaremos la que tenga una utilidad mucho mayor para nosotros.

A largo de mi carrera he tomado decisiones que impactarían en mi futuro y el de algunos otros, si bien no fueron tomadas bajo el criterio de utilidad, éstas tuvieron unas ganancias y consecuencias; al presente, nuestro día a día nos exige la toma de decisiones de diferentes formas aunque el común denominador es el mismo “rapidez” en este sentido, a pesar de que nuestras decisiones son medidas por un balance de pérdidas y ganancias(P&L) o Indicadores clave de rendimiento(KPIs) me parece válido reflexionar y hasta dudar o dar un paso atrás como mencionaba Montaigne, para ver mejor las opciones, que no solo nos enfoquemos en lo que obtendremos sino en la utilidad que le damos al resultado.

Un punto que me parece válido y me gustaría hacer referencia son las comparaciones en el proceso de toma de decisiones, muchas veces tratamos de hacer estimaciones de valor, así como la satisfacción o retorno que nos va a producir algo en base a comparaciones con el pasado y nuestro entorno, esto forma parte de los sesgos mencionados por D. Kahneman (Pensar rápido, pensar despacio) sin embargo, olvidamos agregar una variable importante en el proceso: el contexto actual. Es bueno recordar que no somos las mismas personas de hace 1 o 2 años e incluso 6 meses, vamos en constante evolución.

Finalizo con un breve fragmento de José C. Ruiz que me ha servido y espero a ustedes también: “El tiempo no es un buen consejero cuando se trata de ponerle valor al presente, porque las referencias emocionales con el pasado son bastante irreales, se suelen alejar mucho de lo que sucedió y se idealizan” (El arte de pensar).