Nuestra Verdadera Competencia.
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Nuestra Verdadera Competencia.

Cada día, somos bombardeados por aproximadamente diez mil mensajes de texto, correos electrónicos, WhatsApps, anuncios, llamadas, notificaciones, recordatorios y demás formas de comunicación, todos compitiendo por captar nuestra atención. Los avances recientes en inteligencia artificial y los servicios que empresas como Google están desarrollando, apuntan a una hipersegmentación e hiperpersonalización que dispararán ese número a más de setenta mil mensajes diarios durante los próximos dos años.

¿Cómo reaccionaremos ante este aumento dramático en la demanda de nuestra atención? Podemos anticipar nuestras reacciones correlacionando la caída de la efectividad de la comunicación publicitaria a los efectos actuales de la sobrecarga de información, la fatiga decisional y el exceso de opciones.

  1. Sobrecarga Atencional: Nos vuelve mucho más selectivos e indiferentes porque empezamos a filtrar la mayoría de los mensajes que recibimos. Esta selectividad es una respuesta natural a la cantidad abrumadora de información que enfrentamos diariamente.
  2. Fatiga Decisional: Nos lleva a optar por la inacción o indiferencia simplemente para reducir el esfuerzo cognitivo. ¿Cuántas veces estamos abrumados frente a la extensa biblioteca de contenidos de Netflix sin saber qué elegir?
  3. Escasez de Atención: Como una profecía autocumplida, nos impone un impuesto cognitivo que nos vuelve indiferentes dificultando y entorpeciendo la toma de decisiones, la identificación de oportunidades, etc.

La verdadera competencia es hoy, y seguirá siendo, la indiferencia. Este poderosísimo competidor es responsable de que aproximadamente al menos seis de cada diez dólares que se invierten en publicidad se vayan al agua. No existe otra marca competidora capaz de influenciar a nuestros potenciales consumidores tan directamente.

La solución radica en crear mensajes que no solo sean relevantes y valiosos para la audiencia, sino que además resulten imposibles de ignorar. Necesitamos depender menos del "hackéo atencional" a corto plazo para recuperar las ideas potentes y ejecuciones sobresalientes que destacan porque entretienen, conmueven, divierten, inspiran, sorprenden, provocan reflexión y generan conexiones emocionales duraderas. En un mundo donde la competencia es la indiferencia, nuestro éxito depende, una vez más, de la creatividad humana: contraintuitiva, impredecible, genial, tal vez incómoda en la sala de reuniones, pero sin duda amada por la audiencia.

Cecilia Chavez, ICAE

Director en La Granja Villa

6 meses

¡Estoy de acuerdo!.. absolutamente cierto !!

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