La vida sigue, aún en medio de la pandemia

La pandemia ha traído múltiples impactos para todos, no solo desde el punto de vista de la salud de las personas, sino además a los sistemas económicos, educativos y sociales de todo el mundo, más aún para Latinoamérica - donde nuestros sistemas de salud tampoco estaban preparados.

Esto nos ha llevado a un encierro general, las “cuarentenas” - que llevan ya casi tres meses - nos han desafiado a adaptarnos rápidamente: a trabajar en la casa, a estudiar desde casa, a convivir con la familia 24x7, a dividirnos las tareas del hogar, desde preparar las comidas, a lavar y planchar la ropa.  En muchos casos, a cuidar a adultos mayores, a personas enfermas o a niños pequeños.

A algunos nos ha implicado acompañar a nuestros hijos a interactuar en todos los ecosistemas de manera digital: el colegio, los amigos, los cumpleaños, las clases extracurriculares (danza, pintura, fútbol, música, etc.), todo desde una pantalla.  Si para nosotros esto ha sido desafiante ¡piensen por un momento en ellos!

Y en este mar de cambios, la vida sigue.  Mi madre falleció y no solo no pude ir al velorio y crematorio, sino que, además, han pasado dos meses y aún no he podido viajar para darle un abrazo a mi padre. Dos de mis hijos culminaron sus ciclos académicos, la mayor se graduó de Psicología y el del medio terminó el colegio. Ambos recibieron sus últimas clases en formato virtual y el tan esperado momento de la graduación tuvo que ser desde casa, de manera virtual y solo con nosotros acompañándolos.  Mi esposa sigue acompañando a distancia a sus pacientes, haciendo Instagram Lives y podcasts.

La vida siguió.  El encierro no fue la locura, como muchos lo pensábamos en un principio; ni el mundo se detuvo… no, al contrario, incluso para muchos de nosotros el mundo se aceleró.  La vida siguió su curso.  La naturaleza continuó con sus ciclos sin importar si estábamos o no encerrados.  Las relaciones personales y las emociones continuaron presentes; hasta la economía, luego de un sobresalto, tampoco paró.  Nada se detuvo, simplemente tuvimos que adaptarnos.

Como todos, yo también he tenido que adaptarme y adoptar nuevas formas de pensar, de resolver problemas, de trabajar, de liderar equipos, de relacionarme, de aprender, de educar y por supuesto de disfrutar. Por eso mismo, quiero invitarlos a que aceptemos este nuevo momento en nuestras vidas, descubramos y aprovechemos la cantidad de posibilidades y oportunidades que trae para todos, en todos los sentidos, el momento histórico que estamos viviendo. Como padres, hijos, parejas, jefes, emprendedores, empresarios, estudiantes, etc. esta pandemia nos está presentando una oportunidad única para que demos paso a una transformación.

Porque la vida sigue, aun en medio de la pandemia, y nosotros – los que la vivimos – debemos seguir adelante; afrontando el hoy como es, con lo que somos, seres humanos creativos y adaptables. Sigamos adelante juntos, con la conciencia de que lo que hagamos/decidamos/aprendamos en esta coyuntura definirá lo que seremos mañana; porque inevitablemente la vida sigue y de nosotros dependerá cómo será ese mañana.