La voluntad es un arma cargada de futuro

El hijo de mi buen amigo Juanjo ha ganado la medalla de oro en los JJOO con la Selección de Fútbol. Si habitualmente soy aficionado a este deporte, con la carga emocional que conlleva, cuando te toca cercano, las emociones se disparan hasta el infinito y más allá.

Así que el día de la final, cuando saltó al campo: gritos, saltos, uyssss, ohsssss, ayssssss, nervios a raudales y, finalmente, el éxtasis. Todo ello elevado a la máxima potencia. Fue a-co-jo-nan-te, pues lo sentí como algo propio.

La intrahistoria es lo que me interesa resaltar. Juanjo compartió con su grupo de amigos todos los pasos: convocaron a su hijo en la primera lista, pensando que era uno de los que finalmente sería descartado. Subidón. Las posibilidades de que se quedase, eran ínfimas, pero para el grupo era como si hubiera ganado ya medalla… Ir a unos JJOO es, en sí, tocar el cielo.

La cuestión es que, por una u otra razón (y que se lo merecía, qué coño) acabo quedándose en la convocatoria. Otro subidón. Y eso que sabíamos que no iba a jugar apenas. En todo caso en algún partido sin trascendencia, como así fue.

Y mientras, la rojita iba pasando rondas.

Hasta que llegó a la final, con el desenlace conocido.

Ese chaval que apenas iba a jugar era/es Sergio Camello.

Y ahora voy con lo relevante para ser comentado en esta red: Con 23 años, el jugador “agazapado”, el extraordinario delantero que supuestamente iba de comparsa, supo perfectamente, en los escasos 40 minutos en que estuvo en el Parque de los Príncipes el 9 de agosto de 2024, lo que tenía que hacer. Por eso no le tembló el pulso cuando se fabricó la oportunidad para el 4-3, ni cuando pensó que tenía que correr como el rayo en el último minuto, antes incluso de que acabara la última jugada de Francia -y sin saber si su portero le vería- para anotar el 5-3 definitivo. Su inquebrantable voluntad fue la gasolina que le impulsó. Uff. Lo escribo y me tiembla el pulso.

3 reflexiones, 3, una para cada uno de mis “oficios”

1/Como responsable de marcas/cuentas en agencias durante muchos años, ocurre con frecuencia -salvando las distancias- que siempre hay alguien talentoso que está agazapado esperando a que llegue su oportunidad. La clave es que haya gente con visión que lo detecte. Es la prueba del algodón de los buenos líderes.

2/En el ámbito de la producción, en nuestra productora - WE ARE CP - no dejamos de creer nunca que lo mejor está aún por llegar y que las grandes producciones seguirán apareciendo si no dejamos de estar preparados y tenemos dispuestos a los mejores para llevarlas a cabo. Neto-neto: No perdemos nunca la fe.

3/ Como profesor en la Universidad Francisco de Vitoria , este es un excelso ejemplo de que no hay que dejar de animar a los alumnos – de los que 10 de cada 10 son un saco de dudas sobre su futuro-, a no rendirse nunca. A seguir formándose y a estar preparados para escuchar: “Calienta que sales”. Porque acaban saliendo.

Con todo, Sergio ha maravillado al mundo, además de por su talento futbolístico y su firme voluntad para resistir y creer que llegaría su oportunidad, por su sobresaliente humanidad. Por la que me rindo a sus pies. Su espontanea forma de celebrar, su sincero agradecimiento al equipo y a sus entrenadores, su cariñoso respeto por el rival y el reconocimiento público de su familia, que lo ha llenado de buenos valores, son la prueba.

Una cuestión de voluntad. Hermosa palabra.

Con todo mi cariño, Juanjo Camello Vivas