Lavado de cerebro
El otro día en mi grupo de "Los diez secretos de la riqueza abundante" alguien escribió "todo esto es un lavado de cerebro" mi contestación fue "Que razón tiene"
¿Por qué lavarse el cerebro, es malo?
Uno se lava los dientes, los pies y el culo.. Pues el cerebro recibe porquería todos los días, miles de palabras contaminadas y contaminantes, tenemos que limpiarlo todos los días.
Conversaciones positivas y lecturas que nos aporten conocimiento, Fe y esperanza.
Y es más, tenemos la obligación moral de transmitir todos esos conocimientos que han cambiado nuestras vidas y que en situaciones limite nos sirvieron para seguir adelante.
Pregúntese cada día "¿Cómo puedo hacerlo mejor?"
No hay ningún limite para la mejora.
Cuando se pregunta a si mismo: "¿Cómo puedo hacerlo mejor?". aparecerán las respuestas adecuadas. Pruébelo y verá
Pregúntese:
"¿Cómo puedo hacer más?"
La capacidad es un estado de la mente. Al formular esa pregunta pone su mente a trabajar en busca de soluciones inteligentes.
No permita que la tradición paralice su mente.
Sea receptivo a las ideas nuevas.
Sea experimental, pruebe nuevos sistemas. Sea progresivo en todo lo que haga.
Y por último crea que puede hacerlo.
Cuando cree que algo puede ser hecho, su mente encontrará los medios de hacerlo.
Creyendo en una solución se abre el camino a la solución.
Encauce su mente. Engendre estímulo.
Asóciese con gente que le pueda ayudar a pensar en nuevas ideas, en nuevos medios de hacer cosas.
Mézclese con gente de diferentes ocupaciones e intereses sociales.
Es muy importante aprender a diferenciar la basura mental de los detergentes mentales...
Qué produce mierda en su cerebro y qué es lo que lo limpia
Ojalá todos los días encuentres algo que te lave el cerebro..
Miguel Alemany
Consultor de Empresas.
7 añosUn concepto nuevo, que da mucho que pensar. Siempre se ha entendido el lavado de cerebro como manipulación, pero no como limpieza, como lavar lo sucio, lo que no vale. Me encanta este concepto. Hay mucho que aprender y desaprender cada día y para eso hay que tener una mente abierta, un espíritu inquieto y dejarse enseñar como dice mi amigo Jose Maria Vich, que se dejó enseñar por el maestro Ronald C. Stern o por Jorge Zuazola. Yo, como todos ellos y como mi gran amigo Miguel Alemany Garcia, cada día me pregunto ¿cómo puedo hacer más, cómo puedo hacerlo mejor?