Liderazgo de cartón: cuando los títulos “de peso” se desmoronan ante un problema real

Es fácil dejarse deslumbrar por un cargo o título imponente. Pero como aprendí de mi padre, mi gran mentor: “no te confundas por la línea del curriculum, mira la esencia de una persona”.

Aprendí esta lección al liderar equipos de tecnología y proyectos educativos. Inicialmente quedaba pasmado con “expertos” de credenciales pulcras que resultaban fraudulentos. Proyectaban una imagen que no reflejaba sus habilidades reales.

Los títulos y méritos pueden abrir puertas, pero cuidado si nos convencen de talentos inexistentes. Como advirtió Mandela, las apariencias a veces engañan sobre la verdadera naturaleza de alguien.

No somos nuestros cargos. Importan más las destrezas concretas para solucionar desafíos reales. Los líderes genuinos no necesitan validarse con medallas infladas para sentirse grandes.

Stay hungry, stay humble. Enfócate en servir, no en impresionar.

En educación abundan “especialistas” con títulos pretenciosos pero desconectados de las aulas. En cambio, hay docentes sencillos que resuelven creativamente retos pedagógicos reales. ¿A quién admiras más?

Discernir sobre los verdaderos aportes por encima de los títulos ostentosos requiere reflexión profunda. Al evaluar talentos, enfoquémonos en las competencias y el carácter, no en los honores acumulados.

Y para ganar respeto como líderes, más vale responder con acciones, no con un curriculum cargado. Recuerda que: ante la crisis se caen máscaras y revelan de qué estamos hechos. ¿Cómo respondes tú bajo presión?