Los Órganos No Van Al Cielo: Mitos y Realidades sobre la donación de órganos
La donación de órganos en Argentina es un tema crucial y un acto de generosidad que puede transformar vidas. En nuestro país, el sistema se rige por regulaciones estrictas y valores éticos que aseguran la integridad del proceso y la igualdad de acceso para todos los ciudadanos.
Desde la implementación de la Ley Justina en 2018, cada persona mayor de 18 años se considera potencial donante de órganos o tejidos, a menos que haya expresado su negativa de forma previa.
Es fundamental desmitificar los conceptos erróneos que rodean este tema y promover información precisa.
Mito 1: Toda persona fallecida puede ser donante
Este es uno de los mitos más comunes, pero es importante entender que la donación de órganos depende de las circunstancias de la muerte. Para que una persona sea un potencial donante, debe fallecer en una unidad de terapia intensiva de un hospital y su muerte debe ser certificada bajo criterios neurológicos. Esta condición se cumple en aproximadamente 4 de cada 1.000 casos. Pensar que todos los fallecidos pueden ser donantes es un error que demuestra un desconocimiento del proceso.
Mito 2: El sistema de donación y trasplante argentino carece de transparencia
El sistema argentino de donación y trasplante es reconocido a nivel regional y mundial por su organización, marco legal y sistema de registro, que garantizan la trazabilidad y transparencia de los procesos. La Organización Mundial de la Salud ha seleccionado a Argentina como uno de los tres Centros Colaboradores en Donación y Trasplantes en el mundo, junto con España e Italia.
Además, cualquier persona con conocimiento de actividades ilegales relacionadas con la donación y el trasplante puede denunciarlas. Los representantes del poder legislativo tienen la obligación de hacerlo. Esto garantiza la integridad del sistema y la ética en el proceso.
Mito 3: El personal de salud no se esforzará por salvar a una persona que es donante de órganos
Esto es completamente falso. El equipo médico siempre hace todo lo posible para salvar la vida de una persona. La donación solo se considera una opción después de agotar todas las posibilidades de salvamento y cuando se ha declarado la muerte encefálica. Además, el equipo encargado de la ablación de órganos no es el mismo que trata a la persona en vida, garantizando así la prioridad de la atención médica.
Mito 4: Argentina tiene suficientes donantes de órganos
La realidad es que Argentina enfrenta una significativa escasez de órganos y tejidos disponibles para trasplantes. Actualmente, hay más de 7 mil personas en lista de espera para recibir un trasplante que podría salvar sus vidas, y otras 2.876 necesitan un trasplante para mejorar su calidad de vida.
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Mito 5: Existe un tráfico de órganos en Argentina
No hay evidencia de tráfico de órganos en Argentina. El país opera bajo un único sistema nacional de trasplantes supervisado por el INCUCAI, que garantiza la legalidad y la ética del proceso. La legislación argentina prohíbe expresamente el comercio de órganos y protege la identidad de donantes y receptores.
Mito 6: Los menores de 18 años no pueden ser donantes
En el caso de menores de 18 años, la autorización para la obtención de órganos y tejidos debe ser otorgada por ambos padres o por el representante legal del menor. Si uno de los padres se opone, no se puede llevar a cabo la extracción.
La donación de órganos es un acto de generosidad que puede salvar y mejorar la calidad de vida de muchas personas. Es esencial desmitificar estas creencias erróneas y fomentar la solidaridad. Aumentar la conciencia y el número de donantes es clave para enfrentar la creciente lista de espera y brindar una oportunidad de vida a quienes la necesitan.
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