Los cisnes negros para 2024

Los cisnes negros para 2024

En economía, denominamos "cisnes negros" a eventos altamente improbables pero que pueden tener gran impacto, que son impredecibles y tienen consecuencias significativas en los mercados financieros y la economía en general. El concepto fue popularizado por el escritor y estadístico Nassim Nicholas Taleb en su libro "El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable". Un cisne negro es un evento que cumple con tres características principales:

1. Es altamente improbable: en el sentido de que es extremadamente raro y no se puede prever fácilmente utilizando modelos o análisis tradicionales.

2. Tiene un impacto significativo: a pesar de su baja probabilidad, el evento tiene consecuencias importantes y puede causar perturbaciones en los mercados financieros, la economía o la sociedad en general.

3. Se racionaliza retrospectivamente: una vez que el suceso ha ocurrido, las personas tienden a buscar explicaciones y justificaciones retrospectivas para tratar de entender por qué sucedió, aunque en realidad era difícil de prever.

Algunos ejemplos de cisnes negros en economía incluyen la crisis financiera de 2008, el colapso de la burbuja del "puntocom" en el año 2000 y el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. O más recientemente la pandemia del Covid-19. Estos eventos tuvieron un impacto significativo en los mercados financieros y la economía global, pero eran difíciles de prever.

La idea detrás del concepto de cisne negro es que, aunque no podemos predecir estos eventos con certeza, debemos estar preparados para su posible ocurrencia y tomar medidas para gestionar el riesgo. Esto implica diversificar las inversiones, tener planes de contingencia y ser conscientes de la posibilidad de eventos inesperados que puedan afectar la economía. Porque, es evidente, que los últimos años han sido de lecciones y todos debemos tener claro que las circunstancias a las que nos enfrentamos pueden cambiar en cuestión de poco tiempo.

¿Qué situaciones podrían derivar en cisnes negros en 2024?

En primer lugar, y en el caso concreto de España, una de las principales circunstancias para tener en cuenta es la dificultad política actual. El Gobierno de coalición recientemente formalizado, ¿será capaz de generar estabilidad en el país? ¿Se conseguirán sacar proyectos de Ley adelante? ¿Aumentará la crispación política? ¿Será una legislatura larga o corta? Desde luego es un momento de mucha incertidumbre que lo que sí sé seguro es que no ayuda a vender la marca España y atraer inversiones del extranjero.

En segundo lugar, otro de los aspectos preocupantes para 2024 lo encontramos en las tensiones comerciales y políticas entre Estados Unidos y China. Parece que la hegemonía económica mundial pasa por estar de lado de Estados Unidos o de China. Algunas empresas y mercados se están viendo obligados a elegir entre un bando u otro. El ejemplo más claro lo tenemos en las restricciones de suministro de equipos de alta tecnología. Estados Unidos trata de convencer a los principales gobiernos de los países occidentales para que ejerzan presión sobre China. Todo ello tiene una influencia notable en el comercio, tecnología, finanzas e inversión. No es un tema baladí, el aumento de las divergencias puede afectar seriamente al mundo globalizado tal y como ahora lo conocemos. Y los efectos en las cadenas de suministro, producción, comercio, etc., son impredecibles.

En tercer lugar, otro tema muy preocupante es el riesgo de estanflación en Estados Unidos y Europa. Recordemos que la estanflación se refiere a aquella situación económica en la que se produce una situación de estancamiento económico y alta inflación. Una economía débil y un aumento del coste de la vida, es un cóctel de difícil digestión. La moderación de los precios que hemos vivido en 2023 ha sido más lenta de lo que se anticipaba y los bancos centrales han tomado medidas fuertemente restrictivas en un corto espacio de tiempo.  Se prevé que los precios sigan moderándose, no obstante, nuevas subidas de precios en las materias primas, energía o alimentos, combinadas con una actividad económica débil podría provocar un repunte de los precios y agravar la situación económica.

En cuarto lugar, la inestabilidad de la economía China. El actual entorno de políticas más intervencionistas respecto al comercio internacional y el aumento de la tensión geopolítica puede suponer un riesgo para la salud de la economía China. No debemos olvidar, el sector inmobiliario de China que está inmerso en una burbuja. Las dificultades económicas de las principales compañías inmobiliarias en China pueden tener una fuerte repercusión a nivel global porque si el Gobierno Chino dedica dinero a salvar inmobiliarias, difícilmente lo podrá dedicar a otros sectores, perjudicando su crecimiento. El deterioro del crecimiento en China es un tema de gran relevancia porque podría provocar una recesión económica mundial. No podemos olvidar que China es la “fábrica del mundo”.

En quinto lugar, no debemos menospreciar los riegos geopolíticos. Lo que parecía una rápida invasión de Rusia a Ucrania, se ha convertido en un conflicto de larga duración que muy probablemente continuará en 2024. Por tanto, es un factor desestabilizador. Un acuerdo final del conflicto sería muy positivo para las economías. Pero su solución no parece fácil y las consecuencias de una escalada son poco menos que impredecibles a nivel de impacto en las economías de Europa especialmente y del mundo en general. Además, generaría una gran incertidumbre en los mercados financieros.

Por último, es importante volver a recordar la enorme deuda pública generada en las principales economías del mundo desde la crisis financiera de 2008. La deuda pública en máximos históricos combinada con el incremento de los tipos de interés y al riesgo de menos crecimiento económico, nos llevan a un escenario extremadamente complejo. Este es un hecho que afectaría mucho a la estabilidad de los mercados financieros e impactaría en la economía real a nivel global. Parece que no pasa nada por tener estos niveles de deuda pública, pero es un problema es grave. Sobre todo, porque hay que devolverla, ¿o no?

Esta semana hemos vivido el anuncio del fondo Gotham City poniendo en duda los datos contables de la empresa española Grifols, que por cierto, no ha convencido a los inversores con sus posteriores explicaciones. Esto también se puede considerar un "cisne negro" en la medida en que está afectando a los inversores en la compañía y la inestabilidad que puede generar en el mercado de valores español y en la confianza en las empresas españolas.

Una vez expuestos los posibles cisnes negros y habiendo otros, seguramente todavía menos predecibles que los mencionados, debemos ser positivos y seguir creyendo en la economía de mercado, las nuevas tecnologías, la apuesta por la economía sostenible y la paulatina desaparición de los combustibles fósiles. A largo plazo la tendencia al crecimiento de la economía es evidente. Por lo tanto, debemos tener clara la importancia del horizonte temporal amplio, la diversificación y tener mucha paciencia.

 

La próxima semana, el artículo versará sobre la fiscalidad de los productos de inversión.

 

Juan Francisco Ruano Rodríguez.

 

Siro Hernandez

Director Recobro Empresas Banco Sabadell

11 meses

Gran artículo Juan!.

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