Los guardianes de la selva chocoana
Brigadistas del Consejo Comunitario Cocomopoca, Chocó. Foto Jorge Martínez S.
El bosque húmedo tropical y las pequeñas cadenas montañosas al interior de los Consejos Comunitarios de Villa Conto, San Isidro, Santo Domingo Boca de Tanando y Cocomopoca en el Departamento del Chocó, están siendo recuperadas y blindadas contra cualquier tipo de explotación por un grupo de brigadistas que se ha tomado muy en serio su trabajo.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de su Programa Oro Legal y los consejos comunitarios anteriormente mencionados han comprometido esfuerzos y recursos para vigilar y proteger, mediante acuerdos comunitarios, 14.994 hectáreas donde predominan una gran variedad de hábitats que albergan especies endémicas de fauna y flora.
Para el efecto, se crearon cuatro brigadas de monitoreo ambiental o pequeños grupos conformados por personas de la región, que conocen ampliamente el territorio, la mayoría de ellos se dedicaban a la minería. Por lo general la integran cinco personas, entre ellas tres brigadistas, un técnico de campo y un coordinador. Su trabajo consiste en monitorear periódicamente un área, previamente seleccionada mediante coordenadas, en la que se establecen “Parcelas Permanentes de Monitoreo”. En estas se realizan las siguientes actividades:
1. Detectar si existe actividad minera mecanizada ilegal.
2. Identificar áreas degradadas por minería e iniciar su proceso de rehabilitación con especies maderables.
3. Levantar inventario de especies maderables de alto valor comercial.
4. Recolectar semillas y trasladarlas a los viveros de cada zona para el proceso de germinación, posteriormente, las introducen en las áreas degradadas por minería mecanizada ilegal.
En sus recorridos los brigadistas se han encontrado con quebradas crecidas, bosques montañosos inexplorados de difícil acceso y terrenos pantanosos. Así mismo, han hallado vegetación exótica y una gran variedad de mamíferos, como el oso perezoso, que se encuentra en vía de extinción por la destrucción de su hábitat.
Las brigadas recorren un promedio de 48 kilómetros al mes, en jornadas de cuatro y seis horas. En estos recorridos han identificado especies maderables como: Peine Mono (Apeiba aspera Aubl), Guamo (Inga heteróptera willd), Abarco (Cariniana pyriformis), Caimito (Chrysophyllum cainito), Cedro Macho (Carapa guianensis Aubl), Algarrobo (Ceratonia siliqua) y Nuánamo (virola SP), entre otras.
En Chocó, el auge de la minería mecanizada ilegal va de la mano con el aumento de las áreas degradadas. Según estudio realizado por Naciones Unidas en el año 2016, la cifra ascendía a 36 mil hectáreas. Este mismo estudio determinó que en 27 de los 30 municipios chocoanos hay presencia de minería de oro de aluvión, y el 46% de las afectaciones se encuentran en los consejos comunitarios.