Los pilares de crecimiento laboral: claves para una cultura organizacional que potencie el talento

Datos de un informe de la consultora internacional PWC, revelan que el 69% de las compañías que se lograron adaptar a la coyuntura de la pandemia, fue en gran medida por la fortaleza de la cultura organizacional que ofrece una ventaja competitiva, asimismo, otro 72% destaca que la cultura es vital para ayudar a realizar iniciativas de cambio exitosas. Una cultura organizacional bien enfocada potencializa el crecimiento laboral de los colaboradores.

En Staffing, trabajamos por una cultura propia para hacer lucir nuestro talento y así brindar los mejores servicios a los clientes, algo que se convierte en un valor competitivo y nos pone como una compañía líder entre las Empresas de Servicios Temporales en Colombia.

El concepto de crecimiento dentro de las organizaciones se transformó a lo largo de las décadas, pero con las últimas generaciones tomó otras dimensiones. No se limita únicamente a un aumento en las ganancias o la expansión de las operaciones. En su núcleo, el verdadero crecimiento empresarial se trata de nutrir un entorno donde cada individuo se sienta inspirado, motivado y capacitado para alcanzar su máximo potencial.

Este enfoque holístico reconoce que el éxito de una empresa va más allá de medir simplemente en términos de cifras financieras, también hay que examinar el bienestar y el desarrollo de su capital humano.

Creo que, en este punto, la cultura organizacional es un factor crucial que impulsa el crecimiento sostenible y el éxito a largo plazo. La cultura define la identidad y los valores de una organización, también influye en cómo se comportan, interactúan y trabajan sus miembros. Una cultura empresarial sólida y bien cultivada proporciona el marco necesario para fomentar la motivación, retroalimentación constructiva y comunicación efectiva, elementos fundamentales para el crecimiento organizacional.

Uno de los aspectos a trabajar con los colaboradores es la motivación, ese es un ingrediente esencial en el proceso de crecimiento dentro de las organizaciones. Cuando los colaboradores se sienten intrínsecamente motivados, es decir, cuando encuentran satisfacción y significado en su trabajo más allá de recompensas externas, su compromiso y rendimiento se elevan considerablemente. En este sentido, la motivación actúa como el motor que impulsa el progreso individual y colectivo dentro de una empresa.

Para cultivar un entorno donde la motivación florezca, los líderes deben adoptar un enfoque multifacético e inclusivo que reconozca las diversas necesidades y aspiraciones de su equipo. Esto implica comprender las metas profesionales y personales para brindarles las herramientas, recursos y oportunidades necesarias para alcanzarlas.

Motivación para el crecimiento

Es un pilar para impulsar el crecimiento sostenible dentro de las compañías. No se debe pensar como un impulso temporal, hay que alcanzar un estado mental y emocional arraigado en la conexión entre los objetivos personales y los valores de la organización.

En el corazón de una cultura empresarial en constante crecimiento yace la capacidad de inspirar y sostener la motivación. Esto implica comprender profundamente qué impulsa a cada individuo, qué los hace levantarse cada mañana y qué los emociona en su trabajo. Al reconocer que la motivación es única para cada persona, los líderes personalizan sus enfoques para cultivar un entorno donde cada miembro del equipo se sienta valorado y comprometido.

Una estrategia efectiva para cultivar la motivación es el liderazgo transformacional, que se centra en empoderar, inspirar y elevar a los colaboradores más allá de sus intereses personales hacia el bienestar colectivo y los objetivos organizacionales. Los líderes transformacionales actúan como modelos a seguir, fomentando una visión compartida y brindando un sentido de propósito que trasciende las tareas diarias.

Comunicación de los equipos

Desarrollar procesos de comunicación efectivos entre los equipos, facilita la colaboración y alinea a todos hacia un objetivo común. Una comunicación clara, transparente y efectiva promueve la comprensión mutua y fortalece la cohesión, confianza y sentido de pertenencia.  

En el centro de una comunicación eficaz reside la escucha activa. Cuando se sienten escuchados y comprendidos, también saben que son valorados y empoderados, lo que aumenta su compromiso y satisfacción en el trabajo. Es decir, hay que prestar atención a lo que se dice, al contexto, las emociones subyacentes y las necesidades implícitas en la comunicación.

Los líderes y gerentes deben fomentar una cultura de escucha activa, donde se aliente y se valore la expresión abierta de ideas, preocupaciones y sugerencias.

Me gustaría cerrar con la transparencia, otro pilar de la comunicación efectiva en las organizaciones. Cuando los colaboradores tienen acceso a información relevante sobre las decisiones, políticas y objetivos, se sienten más involucrados, en otras palabras, se necesitan compartir los éxitos y logros de la empresa, al mismo tiempo, reconocer y abordar abiertamente los desafíos y obstáculos que surjan en el camino para superarlos como debe ser, ¡en equipo!