Luis Enrique y el liderazgo:  la bajada al inframundo

Luis Enrique y el liderazgo: la bajada al inframundo

Luis Enrique perece saber trabajar su miedo, y gracias a ello ha sido fiel a su idea y especialmente, al grupo de personas que compone el equipo, que ha devuelto con creces la confianza.

Quizás Luis Enrique tuvo que vivir su principal bajada a los infiernos -su drama familiar- para retomar a la realidad que la mayoría de los demás hemos sustituido por abstracciones que se alimentan de creencias, emociones enquistadas -muchas veces muy profundas y que desconocemos- y en definitiva, por crear estrategias personales y sociales que consumen nuestra energía y nos dejan a merced de lo externo. Perménides, padre de la civilización occidental, ya nos habló de esta necesaria bajada a los infiernos –es decir, a “dejar morir” el personaje soltando lo innecesario y atravesando el miedo- para conectar con nuestra sabiduría innata. 

Muchas personas piensan que el miedo no está en su vida. Pero sutilmente éste dirige su estrategia de comportamiento, incluso en el aparente éxito profesional. Quizás basta con algo de autoanálisis: ¿Qué personalidad protectora has creado? Aquí recomendaría filtrarnos por los distintos perfiles del eneagrama -especialmente la aproximación de Eli Jaxon-Bear-, una herramienta que también hunde sus raíces en el tiempo…

Sin bajar al inframundo no emerge el verdadero ser, el verdadero líder. El inframundo es el espacio en el que desenmascarado el personaje que has creado, lo dejas morir, dejas de darle energía, y abrazas la realidad, con aquello que se presente, desde la gloria del proyecto exitoso a la critica feroz…. y desde ahí, con toda tu energía disponible, actúas.

En esta bajada al inframundo, las crisis profesionales, las tragedias personales, son puertas de entrada. En esos momentos, nuestro “personaje”, nuestra identidad construida, no puede ya con lo que se le viene encima y se dejar ir, deja ser la realidad… en su abrumadora belleza y potencia. Abierto/a a esa tristeza extrema, al dolor, al miedo o la rabia… a la realidad en suma. Y quizás esa catársis te enseña que puedes abrirte a todo en todo momento: a los otros, a tus anhelos, a tu deseo de ser, a los miedos que suponen pequeñas barreras del día a día… te conviertes en verdadera fuerza de la naturaleza desatada. Libre, y a la ves, humilde, porque el “personaje” se ha ido, o al menos, esta “desenmascarado”, en la belleza de la vulnerabilidad humana, puerta a su enorme potencial.

Y esto me enlaza con la práctica Mindfulness que enseño en el proyecto www.bienser.es y cómo lo conecto al liderazgo ágil necesario para los entornos complejos del siglo XXI -los que ha lidiado Luis Enrique-. Mindfulness no es retirarse a buscar la calma mental. Mindfulness es abrirse a estar en la vida tal y como es. Lo contrario a mindlessness, huida, autoengaño. En plena presencia, en plena acción consciente. Y uno de los pasos fundamentales es, como acabamos de exponer, dejar ir el personaje. Para ello te invito a utilizar técnicas de auto-indagación sencillas y poderosas. Puedes empezar por darte cada vez más cuenta en cada momento de lo que se presenta. te puede ayudar la pregunta: ¿qué está sucediendo en este preciso instante? No la dirijas a la "pequeña mente" (el bucle mental condicionado) sino a la totalidad de tu ser consciente. Y atreverte a acogerlo como tu camino, ya que “esto” sólo permite 1) ser abrazado o 2) huir de nuevo al "personaje". Y entonces, lanzarte la pregunta: ¿me puedo rendir a lo que es?

Emerger en el instante posterior, -la “fuerza de la naturaleza”, el espíritu manifestado que responde liberado del personaje-, es el auténtico liderazgo.    

Vanesa S.

Fractional CHRO | Organizational Development Consultant | Coach and mentoring

3 años

👏

Salvador Arias Robles

Group Executive Vice-President

3 años

Muy bueno, Rafa

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