Maneras de contaminar inocentemente.
A veces no tenemos conciencia cuando echamos materiales tóxicos a la basura, hoy en día existen muchos puntos limpios, especialmente pensando en su correcto reciclaje, porque lo más seguro pase una elevada factura al medio ambiente. Y lo mismo cabe decir de otros gestos aparentemente inocentes que, sin embargo, pueden provocar daños ambientales importantes, como ocurre con la romántica idea de soltar globos al aire.
Nuestro compromiso es informarte como ser más responsable con el medio ambiente, un buen modo de empezar a ser más críticos con nuestras costumbres cotidianas es conocer más sobre las consecuencias que tiene actuar demasiado alegremente un sinfín de situaciones.
Tirar las pilas a la basura
A la hora de desechar las pilas hemos de tener en cuenta que no hacerlo correctamente significa que contribuir a un proceso de contaminación en suelo y agua. Por poner un ejemplo, se estima que una pequeña pila de mercurio de tipo botón, como las que se usa en relojes o audífonos es capaz de contaminar unos 600 mil litros de agua, mientras que la pila zinc poluciona unos 12 mil litros y la pila alcalina unos 167 mil litros. Si bien el proceso de descomposición puede suponer cientos de años, la lluvia, el calor u otros factores lo aceleren, con lo que se empieza a liberar elementos tremendamente contaminantes como lo son metales como el mercurio, cadmio, litio o plomo. Al entrar en contacto con la tierra o el agua degradan el medio ambiente de un modo irreversible que afecta el entorno y con ello, pueden entrar en la cadena trófica y afectar a nuestra salud.
¿Que podemos hacer al respecto? Optar por pilas recargables como usarlas de forma eficiente y al desecharlas llevarlas a un punto limpio. Los encontramos más cerca de lo que esperamos, por ejemplo en supermercados u otros establecimientos.
Los anillos de cerveza sin cortar
Los anillos de plástico que se utilizan para sujetar las distintas latas de cerveza o refrescos son un peligro para el medio ambiente cuando se desechan. El problema viene no solo porque se trate de un plástico, sino por su forma, un peligro sobre todo para la vida marina. Aquellos anillos que llegan al mar porque los arrastra el viento o los conduce a la desembocadura del río, o bien porque se dejan la misma playa pueden atragantar o extrangular a peces, tortugas u otra fauna marina. La solución inmediata es que cortemos con una tijera los anillos antes de tirarlos a la basura o, hilando aún más fino, prefiramos las botellas retornables o aquellos envases que no los incluyan.
Utilizar el inodoro como basura o papelera
Tirar desperdicios no es tan inofensivo como pueda parecernos. Muy al contrario, tirar desde toallas húmedas a tampones, aceite, fármacos, colilla o productos de limpieza, así como pinturas o disolventes significa hacer un flaco favor al medio ambiente. Incluso echar residuos orgánicos, más allá del uso para el que está concebido, significa contaminar de forma innecesaria.
No hay que olvidar que la depuración del agua no siempre es todo lo adecuada que debería, y no siempre se lleva a cabo, pues hay lugares que no cuentan con depuradoras o éstas son deficientes. Por lo tanto, debemos utilizar el inodoro únicamente para lo que fue diseñado. No es una papelera ni una basura.
Dejar que un globo se escape
Un globo que eleve el vuelo y se pierda de vista puede ser muy romántico, que sin duda cabe, pero la vida real tiene su cruz, como las monedas. En este caso, dejar que un globo se pierda en el firmamento es un peligro para la naturaleza. Lo cierto es que los globos van a la deriva provocando estragos en el medio ambiente natural. El problema es todavía desconocido por la mayor parte de la población, pero las cosas podrían cambiar gracias a la actividad de una asociación surgida precisamente para concienciar sobre este particular. Así mismo, es muy fácil que estos globos acaben en los estómagos de los animales, en especial peces, aves y demás fauna marina que es capaz de distinguirla de la comida. De este modo, al flotar sobre las aguas se los comen y acaban muriendo, pues el globo se les queda atascado en el sistema digestivo.