MENTALIDAD FIJA vs MENTALIDAD DE CRECIMIENTO

En esta maravillosa época en la que nos ha tocado vivir, en la que los valores en la sociedad civil, desgraciadamente brillan por su ausencia. En la que como Juan Van-Halen nos decía hace unos Domingos, en la tercera de ABC; “la verdad ha muerto”. En la que nuestros dirigentes políticos han hecho de la mentira su carta de presentación, tengo la suerte de participar, a nivel profesional, en un proyecto para relanzar los Valores que deben identificar a los miembros de nuestro grupo.

A raíz de dicho proyecto, una compañera me facilitó un libro, que ha colmado todas mis expectativas, y que desde ya te recomiendo incorpores a tu biblioteca. “Mindset La actitud del éxito”, de Carol S. Dweck.

El libro gira sobre la idea de que el factor más importante para adquirir pericia NO es ninguna habilidad innata, sino el COMPROMISO DECIDIDO. En definitiva, identifica la autora la mentalidad de crecimiento como la creencia de que las cualidades básicas son algo que se puede cultivar, por medio del ESFUERZO.

Todo el mundo puede cambiar y crecer por medio de la dedicación y la experiencia, siendo el verdadero potencial del ser humano desconocido.

Anima saber que es imposible predecir lo que se puede llegar a conseguir tras años de pasión, esfuerzo y práctica.

Pues bien, la característica principal de la mentalidad de crecimiento es la PASIÓN POR LOS RETOS, la búsqueda de la AUTOSUPERACIÓN, incluso (y especialmente) cuando las cosas no van bien.

Al final está mentalidad está relacionada con la idea del sociólogo Benjamin Barber, quién dijo; “Yo no divido el mundo entre débiles y fuertes, ni entre éxitos y fracasos… Yo divido el mundo entre los que aprenden y los que no”.

Por ello, para los niños con mentalidad de crecimiento, el éxito tiene que ver con superarse a sí mismos, con hacerse más inteligentes. El punto no está en la perfección inmediata, sino en aprender algo con el tiempo: ENFRENTARSE A LOS DESAFÍOS Y HACER PROGRESOS.

Para una mentalidad de crecimiento, el FRACASO puede ser una experiencia dolorosa, pero no te define. Es un problema al que enfrentarse, con el que luchar y del que aprender.

Con lo anterior podemos decir que la auténtica confianza en uno mismo es “el valor de estar abierto, de darle la bienvenida a los cambios y a las nuevas ideas, independientemente de donde vengan”. La verdadera confianza se refleja en la disposición a crecer.

Por ello hay que buscar gente llena de pasión y deseosa de lograr que las cosas se hagan, y desgraciadamente un C. V., no dice nada de esa hambre interior.

Frente a este panorama de crecimiento, la mentalidad fija se regirá por el deseo de parecer inteligente, y por lo tanto evitará los retos, se pondrá siempre a la defensiva ante cualquier obstáculo o abandonará fácilmente. El esfuerzo se verá como algo infructuoso ya que entienden que se tiene talento o no. Ignorarán los comentarios críticos útiles, y verán el éxito de los demás como una amenaza

La mentalidad fija debe ser superada para movernos de un marco de juzgar y ser juzgado a otro de aprender y ayudar a aprender.

Interesante libro, que vuelve a una máxima de la vida. Somos responsables de donde estamos, de lo que tenemos, y de lo que podemos alcanzar.

#DAR