MIOPÍA ESTRATÉGICA
Miopía; anomalía del ojo que produce cortedad de alcances o de miras. A lo largo de mi experiencia como consultor en materia de gestión estratégica.
He podido evidenciar con frecuencia la existencia de cortedad en la visión y pensamiento estratégico de muchos empresarios a la que me atrevo a denominar como “MIOPÍA ESTRATÉGICA”.
Con este término me quiero referir a la condición en la cual el líder de un negocio o proyecto se ve imposibilitado para visualizar el futuro más allá de lo inmediato. Por lo general ocurre que, cuando se enfrentan a situaciones de alta presión y estrés en su desempeño, suelen concentrarse únicamente en el presente y se dedican a “apagar fuegos”, es decir atender asuntos de urgencia con medidas temporales y pasada la alarma, no dedican un espacio para revisar a profundidad la causa del fuego, entrando de esta forma en un ciclo tipo bola de nieve, donde conforma rueda la bola, se acumulan problemas que terminan por formar una avalancha.
Algunos síntomas de esta condición se evidencian así:
- “no tengo tiempo para planificar”: esta es la principal excusa para no tomarse el tiempo de reflexionar sobre la causa de los problemas y diseñar soluciones sostenibles y definitivas. Están envueltos en tal dinámica que consumen todo el día en ejecutar acciones para mitigar el fuego, sin considerar que esas acciones de carácter temporal lo que hacen es que cada vez haya más fuegos encendidos, porque descuidan áreas importantes del negocio por atender las urgentes de otros.
- “El entorno es muy complejo, tengo que resolver el ahora y después veo que pasa”: el entorno es el gran culpable de todos los males de mi proyecto o negocio, y me afecta mucho más a mí que a otros, “soy una víctima del entorno”. Hoy día el entorno ya no es únicamente el mercado local en el que estás, sino que también lo es el mercado global o el macro entorno, conforme avanza la globalización y la tecnología, su impacto es cada vez más fuerte, pero ¿por qué hay empresas que están dentro del mismo entorno, y siguen creciendo? la respuesta puede ser multifactorial, pero lo que sí es cierto es que un factor muy importante es la capacidad que tienen esas empresas y sus líderes de anticipar los cambios y adaptarse rápidamente. Pero hacer esto solo es posible en la medida que dediquemos tiempo a visualizar y entender lo que viene no únicamente donde estamos.
- “Lo que pase en el futuro, no depende de mi”, depende del gobierno, del mercado, de los grandes poderes políticos y económicos, de la sociedad, de mercurio retrógrado o cualquier cuadratura astral. Este pensamiento nos anclan al presente únicamente, y nos cortan la posibilidad de visionar lo que podemos hacer. Es muy cierto que el camino se hace al andar, como diría Joan Manuel Serrat, pero no es menos cierto que si no tienes sentido de orientación y un destino claro, puedes acabar dando vueltas en círculos, perdido en el bosque. El futuro está permanentemente en construcción mediante nuestra acciones, pero estas acciones deben estar orientadas a un objetivo. La inexistencia de objetivos claros en los que se asuma el control del destino, solo serán pasos en un laberinto infinito.
- “Todo los problemas de mi negocio o proyecto los conozco”, no necesito que nadie me diga lo que tengo que hacer, todo lo que me dicen los asesores lo sé, pero no tengo los medios para resolverlos porque si no sigo trabajando como lo he venido haciendo, mi negocio dejará de facturar. Pregunta, ¿cómo esperas resolver los problemas actuales haciendo siempre lo mismo?, hacer siempre las mismas acciones y esperar resultados diferentes es lo que Einstein definió como locura. Si conoces todos los problemas y no haces nada para resolverlos de raíz quiere decir que estás entrampado en la dinámica de la miopía estratégica que no te permite ver más allá de lo que tienes en tus narices.
- “¿Tengo que esperar tanto tiempo?”, pero si tengo 1 mes ejecutando acciones y no se ven los resultados. ¿Si implemento esta práctica o herramienta, mi venta aumenta de inmediatamente? El síntoma de la inmediatez es el más común entre empresarios y emprendedores, creo que la influencia de las nuevas tecnologías de información y comunicación han impactado de manera importante en la efectividad con la que esperamos que las acciones tengan efecto. El empresario puede tener 20 años haciendo lo mismo, llegando al punto en el que ya no tenga el efecto deseado, pero cuando se proponer hacer algo diferente, pretende que los resultados cambien a la velocidad de la luz, con una sola acción. Implementar nuevas estrategias, técnicas y herramientas requiere más que ganas, se necesita constancia y disciplina para poder adoptar cambios. Esto lleva tiempo que dependerá de la capacidad de la empresa y sus líderes para adaptarse.
Ahora bien, el tratamiento para esta anomalía puede variar dependiendo de la cantidad de síntomas que presente, la gravedad de la situación y las condiciones particulares del paciente. A continuación quiero dejar algunas recomendaciones que podrían ayudar en esta situación:
- Reserva un espacio en tu agenda para reflexionar sobre el futuro: tomar un espacio de tus ocupaciones al menos una vez al mes para pensar sobre el futuro de tu negocio, las tendencias del mercado y que está haciendo la competencia. El futuro requiere ser construido, y para hacerlo necesitas visualizarlo.
- Escucha a quienes te rodean: no te encierres en la operación, necesitas salir al exterior y conversar con frecuencia con clientes, proveedores y relacionados al mercado, sobre tu visión del futuro, indaga sobre la de ellos, discute sobre las visiones divergentes e intenta llegar a conclusiones que te permitan definir acciones. Debes realizar esto al menos una vez trimestral.
- Escribe a donde quieres llegar y colócalo en un lugar visible: que sirva de ancla a tierra, cuando sientas que estás trabajando imbuido en la operación sin mayor avance, vuelve a este papel y lee a donde quieres llegar.
- Asigna tiempo en tu agenda para ejecutar acciones importantes: tu tiempo no puede estar únicamente empleado en cuestiones urgentes, reserva en tu agenda un espacio para ejecutar las acciones importantes que definas que te llevan a donde quieres ir. Debes hacer al menos una acción importante a la semana.
- Estudia, estudia, estudia: una forma de mantener la visión estratégica es estar en constante estudio, revisando tendencias, asistiendo a webinar, leyendo artículos del mercado. Afiliarse a revistas profesionales y a portales de contenido de calidad, es una gran estrategia para ampliar la visión y mirar hacia el futuro.
- Conversa con un especialista en gestión estratégica: consultar a un experto en esta materia siempre será de utilidad pues, te hará preguntas que facilitarán tu reflexión y te asesorará en cómo organizar las actividades importante para tu negocio de acuerdo a los objetivos planteados.
Estas recomendaciones son apenas de carácter general que al aplicarla seguramente podría ser un lente correctivo para la miopía. Recuerda que, si no tomas correctivos, la condición seguirá empeorando pudiendo llegar al punto de que no veas más el futuro y entres en frustración y desánimo porque te esfuerzas pero sin avances en la dirección correcta.
Finalmente, afortunadamente esta patología de los empresarios y líderes de negocio puede se tratada con ayuda de especialistas. No esperes a quedarte ciego para tomar acciones, ya que las medidas podrían ser irreversibles y dolorosas.
Darío Márquez
Mechanical Engineer
5 añosExcelente articulo.... Saludos...