Mirando al futuro.
O de cómo la información más básica nos ha permitido desarrollar una sociedad colaborativa.
Ayer, en el cumpleaños de mi prima de 9 años, jugábamos a un sencillo juego de pesca de patitos. En su base, tenían un color. Cada uno de nosotros debía conseguir coger los 3 de su color. Cada vez que su primo pequeño, de 7 años, cogía un pato que no era suyo, no podía evitar mirar a la persona que debía cogerlo. A pesar de que le explicamos que lo ponía en una situación de clara desventaja,cuendo el patito era de su madre, era superior a sus fuerzas y no podía evitarlo. Resultaba a la vez gracioso y tierno.
Aún no he acabado de leer Abierto de Johan Norberg. y ya ando fascinado por algunos argumentos relacionados con la mirada humana y el progreso social.
¿Sabías que esclerótica blanca, popularmente definida como el blanco de los ojos, es un rasgo fundamentalmente humano? El chimpancé, por ejemplo, la tiene marrón. Los animales no tienen tanto contraste entre la pupila y el resto del ojo por un motivo muy sencillo. Les interesa ocultar la dirección de la mirada. Mostrar sus intenciones mediante ella les expone a mayor competencia por presa o pareja, alerta de sus ruta de escape, etc.
En cambio, en los humanos, poder detectar los elementos que atraen la atención de nuestros congéneres tiene una gran ventaja. Tendemos a colaborar y a buscar obtener beneficios comunes.
La potencia de la mirada en los seres humanos es enorme. Con razón tenemos gran cantidad de expresiones relacionadas: Los ojos son el espejo del alma, si las miradas matasen, ojos que no ven corazón que no siente, etc… El primer contacto con cualquier persona suele ser una mirada directa, y somos capaces de identificar un montón de matices de manera inconsciente.
En general, sabemos que los niños ante una situación dudosa, primero miran a sus padres para saber si deben actuar con prudecia, miedo o estar tranquilos. Sin embargo es curioso ver, que de acuerdo a algunos sencillos experiementos realizados, cuando un niño y sus progenitores se hallan en una habitación con un extraño, y se introduce un nuevo elemento desconocido, la primera atención del pequeño se dirige hacia el extraño. ¿Por qué? Porque asume que como es nuevo para él, también lo es para sus padres. Que el niño busque antes al extraño que a su madre puede resultar chocante, pero es un signo de nuestro rápido aprendimiento social.
Esto, aunque pueda resultar gracioso, demuestra que evaluamos rápidamente el nivel de “experiencia” de nuestros allegados con esa rápida mirada ante cualquier evento novedoso. Las primeras sensaciones que percibimos nos dicen si debemos estar preocupados o si la situación está bajo control.
A nivel cerebral, es evidente que la vista es nuestro sentido más desarrollado, cosa que no ocurre en la mayoría de los animales. Nuestras terminaciones nerviosas y nuestro cerebro han evolucionado favoreciendo este sentido, y por ello se asocia a una de nuestras capacidades básicas: la atención. La mejor manera de controlar o focalizar nuestra atención consiste en fijar la mirada en la tarea de nuestro interés. Y si queremos centrarnos en otro de nuestros sentidos, a menudo la mejor solución consiste en cerrar los ojos, para “no contaminar” la experiencia.
De hecho hay un método bastante famoso empleado en Japón: “Sisha kanko”, o en castellano: “señalar y nombrar”. Se trata de una estrategia para minimizar los riesgos en entornos donde se realizan tareas rutinarias y repetitivas(generalmente en el entorno laboral). Comenzó a utilizarse en la red de trenes de Japón, donde aún hoy en día los maquinistas la utilizan. En cada salida, realizan una sencilla comprobación en la que señalan cada uno de los puntos de potencial peligro y dicen su estado en voz alta. Algo así como: Puerta cerrada, andén libre, semáforo verde, freno desactivado, etc… Parece una tontería pero se ha demostrado una reducción del 85 de errores en las tareas mecánicas y sencillas. De hecho tras comprobar la eficacia de este mecanismo, el mundo de la aviación integró un procedimiento similar para sus pilotos.
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Si os fijáis, este método concentra los diferentes canales sensitivos y motores(vista, lenguaje y locomoción) en una única tarea. Estamos tratando de ocupar la mayor parte de nuestro cerebro en un único punto, para evitar pensamientos o sensaciones intrusivas. Esto puede tener muchas beneficios y a menudo se relaciona con técnicas de mindfullnes, relajación y consciencia plena.
En un mundo sobresaturado de estímulos, la batalla por el control de nuestra atención es bárbara. Y por ello hoy en día se manejan multitud de datos y métricas para tratar de predecir las acciones de los potenciales clientes. Uno de los elementos más interesantes para el análisis de una web o aplicación, es el mapa de calor.
Es una capa de información sobreimpresa sobre el propio diseño, que representa el porcentaje de tiempo de atención dedicado a cada zona de la pantalla. Su análisis permite comprobar si la jerarquía de los contenidos es la apropiada y si los usuarios están centrando su atención en los elementos más importantes. En ordenadores, esta medición tiene en cuenta la posición del cursor(lo que no es 100% fiable), pero en estudios más avanzados se utilizan tecnoogías de trackeo de la mirada.
Sin embargo a partir de ahora esta información va a tomar una importancia mayor si cabe. Con la proliferación de dispositivos controlados mediante la mirada(gafas de realidad virtual y mixta) el foco de nuestra atención va a poder quedar registrado al milímetro y al milisegundo. Las experiencias van a poder tener una medición 100% real de nuestro foco de atención. Como todo, esto representa a la vez una oportunidad y un riesgo.
Las experiencias van a poder ser diseñadas de una manera más certera y precisa. Pero claro, ¿cuánto nos gusta que los sistemas puedan almacenar la información que contiene nuestra mirada? Es cierto que podemos pensar que tenemos cierto control sobre ella, pero no es algo que nos preocupe demasiado a nivel general. De hecho, me hace pensar que la consciencia de esta medición puede hacer que queramos restringir nuestra atención y mirada en estos entornos, tratar de controlar activamente la dirección y duración de nuestra mirada. ¿Si miramos los anuncios de comida rápida, aunque sea brevemente, el sistema sabrá que estamos hambrientos? ¿Van a proliferar este tipo de contenidos en nuestros dispositivos? ¿Y qué conclusiones va a sacar de que miremos de reojo las fotos publicadas por nuestro compañero de trabajo? Siento que nuestras intenciones se desnudan en cuanto se tiene acceso a un historial de nuestra mirada.
Esta reflexión ya comenzó al ver las primeras ofertas y descuentos dentro de la propia tienda de Oculus. Era consciente que si las miraba, estaba demostrando un interés, y que eso iba a afectar el comportamiento y disposición a partir de ese momento. Esto me hace pensar que probablemente habrá usuarios que querrán aprender a controlar activamente las características de su mirada. Como los pilotos de carreras que aprenden a no parpadear. Pero claro, aprendiendo esta habilidad para “engañar” a los dispositivos (o para mantener a salvo nuestra privacidad), ¿no nos estaremos alejando del resto de seres humanos y de una de las características que ha hecho triunfar a nuestra especie?
Quizá la foto de la portada te resulte familiar. Es una de mis fotografías favoritas (de hecho fue la portada de uno de mis primeros portfolios, quizá lo viste 🤣). Se trata de un retrato realizado por John Bryson a Anna Lee Fisher, la primera madre en viajar al espacio.
Me encantará leer tu opinión respecto a este tema. Y si estás especialmente excitadx con las nuevas Vision Pro, ¿crees que el conocer que estos dispositivos almacenan datos sobre tu mirada va a condicionar nuestro uso de ellos?
Nos vemos 😉. Feliz lunes.
Arquitecta independiente
10 mesesSuper interesante el enfoque de este lunes. El punto de convergencia entre el desarrollo de las nuevas tecnologías e inteligencias artificiales con la parte más humana de nuestra intimidad y nuestros sentidos me parece vital para un avance cuidado y sostenible. Me ha encantado la reflexión y el "viaje" que plasmas a través de de los sentidos y la tecnología. Además, también me parecen potentes avances que permiten preservar la privacidad individual como la visión por computador, que realiza toma de datos en cualquier tipo de espacios sin necesidad de "grabar" la intimidad de las personas. Me ha encantado este articulo! 💥 🎉