Mujeres que inspiran: Isa Condo-Olvera

Cuando era una niña pequeña, decía que yo era su héroe, lo que me llenaba de ternura.

Lo que nunca imaginé es que yo, a mis 55 , diría que esa pequeña cabeza rubia se convertiría en una de mis heroínas.

Con ustedes, les dejo esta conversación con la persona, la actriz y la mujer en que se ha convertido, Isa Condo-Olvera, una de mis heroínas por su autenticidad, valentía, determinación y buen corazón.

¿Qué te gusta tanto de actuar?

Creo que comencé a actuar porque siempre me han fascinado las historias, tenía algo dentro de mí que moría por contarlas. Y en lo que tengo más y más experiencias como actriz, lo que más me gusta de actuar es lo profundamente humano que es.

Porque actuar es salirse de uno mismo y enfocarse en los demás.

Para comenzar es empatizar con un personaje, imaginarse cómo puede ser vivir su realidad, analizar cómo esa persona percibe el mundo y cómo se mueve por él. Y en lo que uno va haciéndose preguntas para encontrar a este personaje, lo más chiva es encontrarlo a través de colaboración. Se explora jugando en escena con los otros actores, lo cual requiere abrirse emocionalmente a ellos, logar una conexión genuina y apoyarse como un equipo (que incluye muchísimas otras personas más allá que los actores, es directores, diseñadores, vestuaristas, técnicos, etc.).

Ese proceso es riquísimo, es retador y me conmueve muchísimo la cantidad de entrega que requiere de tanta gente. Y después de ensayar, se incorpora el público, que es el elemento más clave y cambia totalmente la forma en la que contamos la historia. Y ese intercambio de energía entre actores y público es una sensación mágica y única.

¿Qué le dirías a tu yo de 12 años?

Tenga paz

Las cosas van a mejorar y los momentos difíciles son nada más momentos, pasan. Ame a su cuerpo, ame a su pelo, ame a su voz. No son perfectos, pero la perfección no existe. Está bien pulirse y ponerle a la vida, pero también hay que aflojar y disfrutar.

Y le daría mi rutina de cuidado de colochos para que no tenga que pasar tantos años luchando y llorando con su pelo.

¿Qué está en tu lista de lo que quieres lograr en términos de tu carrera?

Esto es demasiado difícil de contestar porque me puedo ver contenta haciendo demasiadas cosas diferentes dentro de la industria de teatro, cine y televisión.

Creo que lo más importante para mí es sentirme inspirada por el arte que esté creando (y, diay, poder mantenerme haciéndolo – ojalá con la menor cantidad de estrés posible).

También es importante para mí eventualmente contribuir a las artes escénicas de Costa Rica. Mi camino ideal es poder aprender todo lo que pueda afuera del país y eventualmente generar arte dentro de Costa Rica y crear oportunidades para otros artistas ticos (y en otros lugares de Latinoamérica) – tal vez moviéndome entre países.

Hay demasiadas cosas que me apasionan ahorita para ser mucho más especifica que eso, lo cual me da cierta tranquilidad porque siento que puedo vivir una vida plena sin importar qué camino específico resulte.

Si no actuaras ¿a qué te dedicarías?

No sé si esto es trampa por ser dentro de la misma industria, pero cada vez me interesa más escribir, dirigir y producir.

Tengo mucho que aprender en estas áreas, pero siento que entre más experiencia tengo como actriz más aprendo qué funciona y qué no en términos de dramaturgia, dirección y producción. También hay una carrera de la que no muchos saben fuera de la industria, que es “coach vocal y de texto,” que es algo diferente que un coach vocal de canto.

Esta persona trabaja con los actores para encontrar la voz del personaje, asegurar claridad del lenguaje para el público y si la obra requiere acentos, ayuda a perfeccionar el acento.

Como actriz ha sido super clave colaborar con estos “voice coaches,” como les dicen en inglés, y creo que tengo cierta facilidad para esto, entonces podría verme super contenta dedicándome a eso. Algo que me da demasiada cólera de la industria de acá es la tendencia de ser super general y mediocre cuando se incorpora el español. No siempre es al propio, es por falta de conocimiento, pero el mensaje que da es que no importan tanto aquellos que hablamos español como los que hablan inglés, por ser la lengua dominante en Estados Unidos.

Demasiadas veces he visto personajes que se supone que son de un país latinoamericano y hablan español pésimo y sin intentar sonar como hablan las personas de ese país. Entonces me interesa ayudar a cambiar eso, a través de coaching de acentos, mejorando traducción, etc. Ya he tenido un par de experiencias profesionales como coach de acentos y de voz, entonces es algo que me gustaría continuar.

Si no trabajaras en artes escénicas, ¿a qué te dedicarías?

Consideré hacer demasiadas cosas cuando estaba en el colegio. Me inspiran muchísimo las historias de activismo y defensa social, entonces posiblemente me hubiera interesado ser abogada de derechos humanos, o involucrarme dentro de movimientos activistas (esto último igual me interesa y creo que el arte es super importante en el progreso como sociedad, es algo en lo que me sigo educando y aprendiendo).

Por otro lado, total, también disfruto mucho de la matemática, entonces sé que sería capaz haciendo algo relacionado, pero ni idea qué.

Finalmente, he enseñado teatro, actuación y canto, y admiro demasiado a los profesores. Es una profesión demasiado difícil con un impacto gigante, entonces creo que me podría ver enseñando. ¡Tal vez profe da mate! ¡O de historia! No sé, me interesan muchas cosas.

¿Cuál es el papel que más te ha gustado interpretar?

Esto es demasiado difícil porque para mí es super importante no solo empatizar con mis personajes, pero amarlos...

(y hasta ahora no me ha tocado interpretar a una persona lo suficientemente mala para no lograrlo). Y todos los personajes que he interpretado me han enseñado cosas diferentes y me han retado de diferentes maneras. Creo que el reto mayor dentro de una sola obra fue hacer un monólogo interpretando a doce diferentes personas reales que entrevisté, incluyendo a extraños y a algunas de las personas que amo más en el mundo. Eso fue difícil porque son personas reales, se siente que hay un riesgo más grande de no lograr interpretarlos bien porque quiero honrarlos con mi interpretación. El proceso de crear ese monologo fue posiblemente el proceso más rico artísticamente y a nivel personal, entonces creo que si cuenta como un solo papel por ser una sola obra… ese. Sigo trabajándolo y desarrollándolo porque me interesa presentarlo de nuevo.

¿Cómo podrías describir actuar para Steven Spielberg a los 18 años sin tener entrenamiento en actuación?

Fue increíble, y me dio muchísimo miedo y también me demostró de lo que soy capaz. Fue mi primera vez audicionando para algo profesional entonces de verdad no sabía lo que estaba haciendo. Me sentí como una estrella, y me sentí como una impostora, y me sentía tan gorda. Pero Hollywood es gordofóbico y la yo flaquísima de dieciocho años seguía siendo más grande que las otras dos muchachas que estaban considerando para el papel, y me ODIABA por eso. Y a pesar de la ansiedad, el odio hacia mí misma y los nervios, hice lo mejor que pude, y antes de darme cuenta, la experiencia se había terminado.

Un mes después, me volvieron a volar para las pruebas de pantalla, y en ese momento solo consideraban a otra muchacha y a mí para el papel. Construyeron todo un set de filmación para las pruebas de pantalla, y le di todo.

Ahora que lo tienes ¿hubieras hecho algo distinto?

Tal vez ciertos detalles los hubiera manejado diferente. Definitivamente tengo más herramientas ahora. Tal vez hubiera revisado las partituras con un poco más de cuidado. Pero no creo que hubiera hecho la gran diferencia en el resultado – al final hice lo mejor que pude en el momento, entonces no creo que sea lo más productivo pensar en qué hubiera hecho. Obviamente ahora abarco diferentemente las audiciones ahora, pero eso es gracias a experiencia como esa, que me han enseñado como hacerlo mejor.

¿Quiénes han sido mentores, profesores o maestros claves y por qué?

He tenido demasiados. Es unas de las felicidades de ser joven, poder aprender de las personas que han vivido más que yo. Siempre fui una estudiante super comprometida y nerda, entonces tuve muchos profesores que me marcaron y con los desarrollé conexiones cercanas. Por ejemplo, mi profesora de tercer grado, Mrs. Anne, definitivamente es una de las personas que me demostró el poder de contar historias.

Años después, a los 15, conocí a mi mentora, Silvia Baltodano. Es una persona que admiro un montón, es una actriz, cantante, bailarina, productora y profesora extraordinaria. Si no fuera por ella no creo que estaría haciendo lo que hago ahora.

Ella me introdujo a muchos más, incluyendo Miguel Mejía y Bryan Vargas, que fueron un apoyo gigantesco para mí en mi adolescencia. La mentoría es algo que me parece super importante.

En la universidad, conecté muchísimo con mi profesora de voz, Lucinda Holshue, que se ha convertido en una mentora y amiga, aún después de que me gradué. Otra persona que admiro un montón acá en Estados Unidos es la actriz, Sally Wingert, que consideran la “Meryl Streep” de Minneapolis. Aprendo un montón de verla actuar e investigar historias, es brillante y además es una persona increíblemente bondadosa.

También, la actriz Regina Marie Williams, quien interpretó a mi mamá, Clitemnestra en la obra Ifigenia en Áulide, ha sido una fuente gigante de apoyo e inspiración.

Como digo, en cada proyecto conecto con nuevas personas que se convierten en una fuente de aprendizaje y apoyo. Cuando me preguntan qué es lo que quiero lograr, es tener ese nivel de habilidad, profundidad e impacto en los demás.

¿Cuándo descubriste tu vocación?

Siempre supe que esto era lo que quería hacer.

Mi papá siempre me puso musicales cuando era chiquita, entonces crecí cantando, bailando y actuando. Me encantaba The Sound of Music, Cats y Annie, entre otros y siempre soñé con estar en un escenario.

Tuve que esperar un buen rato, porque había pocas oportunidades para hacer teatro en Costa Rica. Sabía que me encantaba la idea de actuar, pero realmente no había tenido la oportunidad de ver si realmente me gustaba hacerlo o si era buena en ello.

Cuando estaba en el colegio, decidí tomar el asunto en mis propias manos y una amiga, Marifé Quesada y yo, decidimos montar Los Miserables, realizando audiciones abiertas para otros jóvenes artistas de todo el país. Esta fue la primera producción a gran escala dirigida por estudiantes en Costa Rica y fue un momento muy importante para mí.

Me di cuenta del impacto que el teatro puede tener en una comunidad, cómo puede empoderar a los artistas y unir a personas de diferentes ámbitos de la vida. Lo mágico de esto fue que ni siquiera lo planeé completamente. Honestamente, mis motivaciones eran egoístas al principio, pero la experiencia me regaló la oportunidad de salir de mí misma y centrarme en las personas que me rodeaban.

Creo que eso es el núcleo de lo que el teatro puede y debe hacer tanto para sus artistas como para su audiencia: nos permite imaginar, examinar y empatizar con realidades más allá de las nuestras.

Al darme cuenta del potencial impacto de contar historias a través de la actuación, supe que esto era lo que quería hacer con mi vida.