Nacho Navarro, responsable de RRHH en miResi: "La empatía, la comunicación y la ambición son las bases innegociables en las que me muevo"

¿En qué consiste tu trabajo en miResi?

N.N.: Mis focos principales son dos: Captación y retención de talento. Realizo los procesos de selección de principio a fin y por otro lado, creo estrategias para conservar al talento de  nuestro equipo, que se sientan motivados y contribuir lo máximo posible a que sean felices en su trabajo

También me ocupo de aspectos como el control y la gestión de las vacaciones, del teletrabajo, los horarios y la resolución de conflictos (que siempre acaba habiendo, ¿no?). 

Por otro lado, llevo la gestión de la oficina, la implementación de la cultura, de la misión y de los valores de la empresa en los trabajadores o el manejo y la optimización de la comunicación interna. Es muy importante que todos estemos conectados y que la información fluya de una forma sana y organizada, tanto por parte de los managers o responsables de equipo como de los propios trabajadores. 

Seguro que me dejo alguna cosa en la que ahora no caigo, pero creo que es una buena síntesis.  

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

N.N.: Todo me gusta, disfruto lo que hago, pero quizás lo que más disfruto es trabajar con personas. Creo que por mi forma de ser, soy una persona extrovertida, me gusta siempre estar rodeado de gente y la interacción constante es donde me siento más cómodo. 

Lo disfruto mucho, aparte de por mi personalidad, por mis estudios. Yo estudié psicología, luego me formé en psicología clínica, tengo dos másteres de psicología clínica y tengo otro de gestión y desarrollo de talento. Si te fijas, siempre tiene que ver con personas y con crecimiento.

¿Qué es lo que menos te agrada de tu trabajo?

N.N.: La verdad es que es una pregunta un poco difícil de responder, pero quizás lo que menos puedo disfrutar de mi trabajo es cuando hay alguna persona que está insatisfecha o tiene algún problema. Ese primer impacto de ver a una persona con tristeza o preocupación no es algo que disfrute, pero disfruto mucho resolviéndolo, por otro lado, entonces hay un poco de 50/50. 

Por decirte otra cosa, cuando hago un proceso de selección y tengo, por ejemplo, a tres personas que me encajan para el puesto, pero solo me puedo quedar con una de ellas, decirles a las otras dos personas que no podemos avanzar con el proceso de selección me da un poco de rabia, la verdad.

Cuéntanos grosso modo cómo realizas un proceso de selección.

N.N.: Lo primero que hago es hablar con el jefe del departamento para el que necesitamos cubrir la posición y entre los dos establecemos el perfil ideal. Después de eso, publico la oferta en varias plataformas, dejo unos días para que la gente se inscriba y, en ocasiones, hago también búsqueda directa, es decir, me pongo a buscar de manera proactiva perfiles que puedan encajar con lo que buscamos. 

Luego, divido a los candidatos en tres grupos: las personas que no encajan, las personas que podrían encajar, pero estoy en duda, y las personas que sobre el papel sí que me encajan. Dentro de ese grupo de personas que me encajan lo vuelvo a dividir en tres grupos: la gente que me encanta, la gente que me gusta mucho y la gente que me gusta. 

Después de eso, a la gente del grupo super top, les llamo por teléfono y les hago una entrevista telefónica para ver un poco el encaje y las posibles sinergias. 

Finalmente, hago las entrevistas presenciales, que son las últimas. Esas las hago junto al jefe de departamento y, después de esos filtrados, entre los dos decidimos quién es la persona que queremos en nuestro equipo. 

¿Cuál consideras que es la mejor forma de liderazgo en un puesto como el tuyo?

N.N.: Yo creo que para tener un buen liderazgo hacen falta principalmente tres cosas: tener claro que el trabajo en equipo es la única vía para llegar al éxito, motivar a las personas  y  tener una estructura organizacional clara. Yo me baso en esos tres pilares. 

En cuanto a mi forma de gestionar personas o de liderar, yo me describiría como un líder democrático. La empatía, la comunicación y la ambición son las bases innegociables en las que me muevo. Creo que lo más importante es que los empleados estén implicados, hay que promover su participación en los procesos de toma de decisiones, porque al final genera en ellos un entusiasmo y una ilusión que les va a hacer sentirse importantes (que lo son). Si quieres transformar algo y si quieres crecer, solo lo puedes conseguir a través del compromiso de todos e ir juntos en una misma dirección. 

¿Por qué elegiste trabajar en miResi?

N.N.: Elegí trabajar en miResi por el proyecto. 

Recuerdo que me llamaron para hacer la entrevista y yo en ese momento estaba aplicando a varias posiciones. Fui a la entrevista y Pablo Otero, el CEO, me contó cuál era la idea que tenía él del sector y de la misión de la empresa. Yo le pregunté qué le motivaba a crear miResi y pude ver con claridad que el fin último era ayudar a nivel social a modernizar y a mejorar los cuidados en la tercera edad. 

Considero que, por un lado, tenemos que llegar a nivel personal y a nivel social lo más preparados posible a cuidar de aquellos que nos han cuidado durante toda una vida. Y, por otro lado, en el aquí y el ahora, el hecho de ayudar a familias que están en una situación a la que no se han enfrentado nunca, como lo es buscar una residencia para la persona a la que más quieren en el mundo, es muy gratificante. Simplemente creo que es muy bonito poder ayudar a gente que está en una situación muy difícil a tomar la mejor decisión para alguien a quien realmente aman.

¿Cuáles son las cualidades que debe poseer una persona que quiera formar parte del equipo de miResi?

N.N.: Lo primero, tiene que creer en el proyecto, que tenga esa visión y esas ganas de influir y de aportar en algo tan importante como lo son los mayores. Lo segundo, ilusión, que sea gente que esté ilusionada y que sea empática, porque estamos tratando con personas y con temas muy delicados. Son momentos muy difíciles, por lo que tienen que tener esa visión social, ese amor por las personas de la tercera edad. 

A mí también me gusta mucho la gente que tiene conciencia de equipo y que además es humilde. Estamos todos juntos en esto y si no remamos en la misma dirección va a ser imposible sacar algo adelante y conseguir esta misión. 

Y sobre todo, te diría honestidad. Al final, aquí quien encaja es gente honesta, gente buena, que está dispuesta a ayudar, que cree en algo y tiene ganas de crecer.

¿Qué consideras que te hace indispensable en el equipo de miResi?

N.N.: Realmente pienso que no soy imprescindible, creo que puede haber una persona igual o mejor que yo para hacer este trabajo. Quizá lo que me pueda diferenciar un poco del resto a día de hoy es que, por ejemplo, cuando entré, era la sexta o la séptima persona que metía la cabeza en este proyecto y ahora somos unas 35 personas, así que considero que un punto fuerte es que conozco perfectamente a todo el equipo, a los que más llevamos y a los que llevan menos también les conozco o, por lo menos, intento conocerles bastante bien. Estoy en el proyecto casi desde el principio y tengo ese encaje perfecto con la misión, la cultura y la filosofía de la empresa. El conocimiento de la empresa, el sector y la ilusión que tengo son mis puntos fuertes.

Sigo con el mismo hambre del primer día de poder aportar a nivel social; esa ilusión y esas ganas, lo digo de forma honesta, es lo que creo que me puede diferenciar de otro. 

¿Cuáles son las tres cosas imprescindibles para realizar tu trabajo?

N.N.: La primera de todas, la empatía. Sin empatía es absolutamente imposible que yo pueda realizar bien mi trabajo. Tengo que ser empático constantemente, me resulta muy fácil porque así es mi personalidad, pero sin eso no puedes hablar con las personas, no puedes solucionar problemas, no puedes llegar a ninguna meta… La empatía es lo principal. 

Creo que la comunicación es otro punto imprescindible, tanto a nivel equipo como entre equipos, jefes, empleados, coordinadores; da igual, la comunicación tiene que ser clara, tiene que ser fluida y solo así podremos hacer bien nuestro trabajo. 

Por último, te diría que la estructura y la claridad de metas. Tener claro hacia dónde vamos y tener claro lo que queremos conseguir. Si no tengo claro cuál es la meta no puedo llevar el timón recto.

¿Cuál es la problemática más común con la que te encuentras en tu día a día en el trabajo?

N.N.: Mi mayor reto ahora mismo es conseguir hacer crecer al equipo en base a las necesidades de la empresa y retener el talento. 

Adquirir la mayor cantidad de conocimiento y de experiencia en el menor tiempo posible para poder mejorar yo y poder hacer mejorar a los demás. 

Mis retos son dos: el primero, que todos estemos felices en el sitio donde trabajamos y con quienes trabajamos y el segundo es que todo el mundo tenga un plan de carrera y un futuro en esta empresa porque somos pocos, estamos creciendo mucho y muy rápido, vamos a seguir haciéndolo, vamos a llegar a ser muy importantes y vamos a ser un servicio absolutamente imprescindible, así que tengo que conseguir que todos tengan la misma sonrisa al hablar de miResi como la tengo yo.

¿Qué tipo de talento profesional hay en miResi?

N.N.: Tenemos un poco de todo y esta variedad es la clave de nuestra riqueza. Tenemos desde psicólogos, ingenieros, periodistas, gente que ha estudiado marketing digital, trabajadores sociales, incluso tenemos personas que no tienen una titulación universitaria… Esta variedad es lo que nos hace tan buen equipo. Aunque todos tenemos ese denominador común de que creemos en miResi, entonces no hay algo concreto. Somos un grupo variopinto que hace de miResi un equipo muy grande. 

Cuéntanos alguna anécdota divertida o curiosa que te haya pasado en tu puesto de trabajo.

N.N.: La gente a veces alucina un poco cuando se lo cuento. Yo tengo muy buena relación con Gonzalo, que es el director de marketing, y recuerdo que desde el principio nos llevamos muy bien. Pues, a los cuatro meses de entrar, un día estábamos comiendo y me acuerdo de decirle: “Oye, Gonzalo, ¿qué te parece si acordamos que, un día, cualquier de los dos, puede decirle al otro, mañana a las 9 de la mañana en el aeropuerto, haz las maletas que nos vamos tres días, sin decirle adónde nos vamos?”. Empezamos un poco con ese juego de crear la tensión, la sospecha de si me vendrá mañana Nacho o Gonzalo a decir que nos vamos de viaje. 

Después de unos tres meses, un día me llamó Gonzalo y me dijo que le hiciera una transferencia de tanto dinero, le dije que vale, le colgué, le hice la transferencia y un jueves me dijo que al día siguiente teníamos que estar a las 10 y media en el aeropuerto porque nos íbamos. Como habíamos acordado, sin rechistar, yo tenía que cancelar cualquier plan que tuviera e ir a ese viaje, daba igual que fuera el cumpleaños de mi madre o la boda de mi hermana. Me planté en el aeropuerto y nos fuimos a Ibiza 4 días los dos. Fue un viaje genial, lo pasamos muy bien. 

¿Por qué querría alguien trabajar en miResi?

N.N.: Para mí la pregunta sería por qué no querrías trabajar en miResi. Muchas de las personas que he entrevistado y que al final no han sido seleccionadas o no hemos llegado a un acuerdo me han dicho que era un proyecto muy bonito y que le daba mucha rabia no poder participar en él. Se nota cuando lo dicen de verdad.

Creo que el trabajar en miResi es increíble, por las personas que formamos el equipo. A nivel laboral, no me cansaré de decirlo, el ambiente de trabajo es insuperable. Entro en LinkedIn muchas veces y todo el mundo publica ofertas que rezan “inmejorable ambiente de trabajo, te lo vas a pasar bien en el trabajo, el clima laboral…”. Yo he trabajado en muchas cosas y, cuando hablo con la gente, me doy cuenta de que realmente estoy en un equipo en el que el clima laboral es espectacular. Eso te da una comodidad, te da una energía y un optimismo que difícilmente puedes conseguir en otro lado. 

Por otro lado, algo por lo que a todo el mundo le gustaría trabajar en miResi es por lo que aportamos a nivel social, es increíble poder ayudar a tanta gente y muchas veces a tanta gente tan perdida y tan vulnerable. Las personas de la tercera edad llega un momento en el que son mucho más vulnerables y el hecho de poder cuidarlas y poder contribuir a eso no tiene precio.