Narrativas que transforman: el poder del relato en la construcción de gobiernos durante las temporadas post-electorales
En tiempos donde la comunicación instantánea domina y las redes sociales ejercen una influencia palpable, nunca ha sido tan crucial contar con una narrativa sólida en el periodo post-electoral. Las elecciones locales y regionales son momentos de cambio, renovación y ajuste, y es aquí donde una historia bien articulada puede sentar las bases para un gobierno eficaz y resiliente.
Aristóteles, en su "Retórica", ya subrayaba el papel del "pathos" (emoción) en la comunicación. En la política moderna, este enfoque no ha perdido relevancia; una narrativa emocionalmente cargada no solo resuena más profundamente sino que también puede movilizar y motivar a la acción.
El Barómetro de Confianza de Edelman de 2022 destaca que la confianza en las instituciones fluctúa constantemente. Con un panorama de desconfianza global, los líderes y gobiernos que logran establecer una comunicación transparente y coherente tienden a fortalecer su relación con los ciudadanos. La construcción de una narrativa clara y auténtica se convierte en una herramienta fundamental para restaurar esa confianza.
Los avances en neurociencia también respaldan el poder de la narrativa. Un estudio publicado en Nature Neuroscience reveló que al escuchar una historia, las regiones del cerebro de los oyentes se sincronizan con las del narrador. Este fenómeno, conocido como "acoplamiento neural", favorece una comprensión más profunda y una conexión más fuerte.
No debemos ir más allá de Nueva Zelanda para ver el impacto de una narrativa efectiva en acción. Bajo el liderazgo de Jacinda Ardern, el país adoptó una narrativa de unidad y cuidado durante la crisis de COVID-19. Esta narrativa no solo unió a la nación, sino que también orientó sus respuestas y políticas, logrando resultados impresionantes en la gestión de la pandemia.
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En contraposición, gobiernos con mensajes dispersos o contradictorios han enfrentado dificultades adicionales en tiempos de crisis, mostrando que no se trata solo de tener una narrativa, sino de que esta sea coherente y refleje la realidad.
El período post-electoral es especialmente crítico en este sentido. Es un momento de alta expectativa, donde los ciudadanos buscan visión, dirección y esperanza. Simon Sinek, en su teoría del "Círculo Dorado", resalta que las organizaciones y líderes más exitosos comienzan comunicando su "por qué". En este inicio de nuevos gobiernos, es esencial que los líderes definan ese "por qué" y lo comuniquen de manera efectiva.
Una narrativa sólida no es solo una herramienta de comunicación; es un instrumento para la construcción de políticas, para establecer prioridades y para orientar a una administración hacia objetivos claros y compartidos.
A medida que avanzamos en este nuevo ciclo post-electoral, la construcción de estas narrativas se vuelve más vital que nunca. Los desafíos son múltiples y la rapidez con la que circula la información puede ser abrumadora, pero una historia bien contada, basada en hechos y valores compartidos, puede ser el faro que guíe a una comunidad, ciudad o región hacia un futuro prometedor.
Para concluir, en la construcción de nuevos gobiernos, la narrativa se alza como una herramienta esencial, no solo para comunicar sino para conectar, inspirar y movilizar. Como líderes y ciudadanos, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de ser co-autores de estas historias, asegurando que reflejen las aspiraciones y realidades de nuestras comunidades. Las palabras tienen poder; utilicémoslas sabiamente.