NIÑOS EN LA ELITE DE LA NATACION, ACIERTO O ERROR?
Krisztina Egerszegi, con 14 años de edad se convirtió en la campeona olímpica en natación más joven de la historia. Lo logró en los Juegos de Seúl 88, en la prueba de 200 espalda (consiguió la plata en los 100 espalda). Tal proeza, hoy en día sigue siendo tema de muchos estudios e investigaciones, con el fin de comprender y conocer a estos talentos deportivos para así llevarlos al alto rendimiento a una edad más temprana. La metodología más utilizada en la actualidad es la observación. Para ello existen multitud de test fisiológicos y técnicas que nos permitirán observar las capacidades de los niños y valorar si estamos ante futuros talentos.
Sea como sea, cuando un niño de 10-12 años se entrena a diario debe ser objeto de un seguimiento médico más exhaustivo. El seguimiento médico se debe llevar para detectar posibles anomalías que repercutan negativamente en el estado de salud. “Además debemos tener en cuenta que un entrenamiento intensivo diario puede llevar al sobreentrenamiento, por lo tanto se han de realizar test diarios para observar posibles problemas: pulsaciones en reposo, variaciones en el R-R (ritmo respiratorio) inusuales, variaciones de peso, dificultades en el sueño, etcétera”.
Límites físicos que no habría que sobrepasar:
Para niños de 10-12 años el trabajo de hipertrofia muscular podría dar problemas en el crecimiento y evolución natural. Fuerza máxima y potencia pueden ser perjudiciales, por repercutir mecánicamente en tejidos en desarrollo o maduración.
A estas edades, tampoco podemos trabajar con altos límites de acidosis y lactato, ya que son contraproducentes para el desarrollo. Aquellas disciplinas con predominio anaeróbico deberán ser entrenadas con no excesivas repeticiones y mayor tiempo de descanso/reposo.
MI OPINION:
Cuando los entrenamientos están bien orientados y no afectan las relaciones sociales ni las obligaciones de niños y adolescentes, “suponen un complemento para ayudar a crear valores como el compañerismo, la tolerancia a las frustraciones, la competencia sana. Si hablamos de un reto de alto rendimiento, tendremos que tener una gran base deportiva general (no sólo de una única disciplina deportiva) y una evaluación fiable de que estamos ante un talento deportivo”. La nadadora mencionada es una de las mejores de la historia, un caso excepcional, pero me temo que para alcanzar tales éxitos su cuerpo y su mente han tenido que ser exigidos al límite, algo que no recomiendo a esas edades. Insisto en que el trabajo principal es el técnico, y una vez los niños estén desarrollados física y psicológicamente, es en ese momento cuando podemos plantearnos entrenamientos acordes para retos de gran magnitud como pueden ser unos juegos olímpicos.