Nos están demoliendo.

No pueden ser más claras las señales y alertas sobre el sector de la construcción en Colombia que poco a poco están demoliendo frente a todo el país y no evidenciamos lo que puede suceder en mediano plazo.

Las cifras en los primeros 4 meses del año 2023 son contundentes, caída en ventas en unidades del 55% con el mismo período del 2022 según coordenada urbana de CAMACOL. Solo el mes de abril la caída es del 62%, siendo la vivienda de interés social VIS la más afectada cayendo un 66%. Se vendieron 5.674 unidades en todo el país, pero lo alarmante es que son 11.117 viviendas menos que el mismo mes del año pasado.

Para poner en contexto, es como si cada mes se dejara de construir vivienda para alojar la población de municipios como Candelaria en valle del cauca, Garzón en Huila o El Bagre en Antioquia, que tienen poblaciones cercanas a los 30 mil habitantes. (3 habitantes x vivienda según el DANE).

¿Y quienes nos están demoliendo? En mi opinión pareciera que todos están en contra de los constructores. El gobierno nacional a través del Ministerio de Vivienda ciudad y territorio se quedó en la versión 1.0, donde sale casi a diario a celebrar la asignación tardía de unos subsidios que están a la espera desde septiembre de 2022, y parece que las redes solo les sirve para comunicar en una vía, porque solo es ingresar a leer los comentarios de cada publicación para que los bombardeen de "Y los desembolsos para cuando?", es que de nada sirve asignar menos del 10% del déficit de subsidios si no desembolsan a la fecha ni un peso.

Un cambio en el programa Mi Casa Ya que funcionaba muy bien desde el 2015 y que pretende direccionar los recursos hacia los menos favorecidos que no están bancarizados ni cuentan con cierre financiero pero que se niegan a iterar y permitir que continúe funcionando. No tengo pruebas de corrupción, pero ya he escuchado del cobro para adelantar las visitas del SISBEN para salir calificados y poder acceder al subsidio.

Mientras las noticias del PIB colombiano en primer trimestre muestran que crece el 3% según portafolio. "El sector financiero creció 22,8%, siendo esta la variación más alta entre todos los renglones", y por otro lado la noticia termina diciendo "Todos los renglones de actividad económica tuvieron un crecimiento positivo, excepto por construcción". Eso se explica porque estamos pagando con intereses del crédito constructor al sector financiero la ineficiencia de los desembolsos del gobierno de los subsidios, entre otros factores.

Sumado a esto, está el endurecimiento de las políticas de bancos y fiduciarias para el uso de recursos en los proyectos. Resulta que ahora los apartamentos vendidos con cierre financiero que tengan subsidio de Mi Casa Ya, no suman para el punto de equilibrio, la fiduciaria exige montos mínimos de aporte por unidad vendida para decretar puntos de equilibrio y ahora los departamentos de riesgo y diseño de los bancos cambian o sugieren a costa de no prestar los recursos, modificaciones sobre los diseños porque de lo contrario no son suficiente garantía para ellos. Todo un universo de trabajas y exigencias.

Por último, la cantidad de desinformación y empoderamiento de algunas minorías hacen que los desarrolladores nos veamos como el enemigo. Hoy recibo con dolor comentarios en redes de usuarios que nos dicen "ladrones", porque el salario mínimo subió un 16%, y eso afectó el precio de su vivienda VIS que se pactó hace 2 años en salarios del año de entrega, pero le hace sentir con el poder suficiente para invitar a otros compradores a "unirse para demandar a este constructor estafador que quiere engañarnos". Otro nos dijo que el PND había acabado con esa injusticia de vender en salarios mínimos y que él no iba a aceptar la variación del precio que está establecido en la ley de vivienda y es la práctica comercial en este medio.

Pero estamos hechos de acero y concreto, el primero resiste la tensión generada alrededor de tanta incertidumbre y el segundo resiste la presión que tenemos de los bancos, el gobierno y los clientes. Hemos sido fuertes pero tenemos un límite físico de resistencia. No esperemos que caigan los grandes, visibles para ver que están demoliendo los cimientos y en el camino puede haber mucho daño. Tenemos que actuar ya para pedir que haya un cambio en la política actual de asignación de subsidios, que los recursos lleguen, que se construya vivienda en el sector rural pero también en las principales ciudades, que se actúe antes de que sea tarde.

Posdata: No dejemos que pase lo de Viva la aerolínea, que 10 meses de indecisión la llevaron a la quiebra y ahora a pagar tiquetes a lo que quiera Avianca.