Pequeñas victorias de una mujer publicitaria
Ayer me llegó un mail de un ex compañero que decía:
“Luchando por tu causa!!!”.
Abajo, me reenviaba el mensaje donde le pedía al Círculo de Creativos que hiciera fichas unisex, ya que las actuales decían “Director creativo”, “Redactor”, etc.
Esta persona es un hombre y, por iniciativa propia, logró que nos incluyan a las mujeres.
Si se fijan en las inscripciones del Diente, ya no representan sólo al género masculino.
Es algo chiquito, pero las victorias cotidianas de una publicitaria tienen ese tamaño. Las de un publicitario pueden ser que salga una idea, que aprueben un presupuesto, ganar un premio, no clavarse el finde, etc.
Obviamente, a las mujeres también nos pasan esas cosas. Pero además celebramos situaciones que la mayoría ni se imagina: que en una reunión te escuchen, que te lleven no porque estás buena o porque queda bien tener chicas en el equipo, que no te salteen la mirada y te hablen encima cuando das una opinión, que te presenten como directora sin usar sinónimos que resten poder, que cuando pedís laburo no te inviten a salir, que los briefs de shampoo y productos de limpieza no sean exclusivamente tuyos, que no te reescriban los guiones poniéndoles situaciones donde la mujer es una tonta, que te elijan para ser el jurado que representa a la agencia.
Son esos detalles los que nos van haciendo ganar terreno internamente y se dan gracias a que muchas estamos peleándola, enseñando y dando a conocer el tema día a día. Es un trabajo de hormiga. Baby steps.
Siempre les digo a las mujeres, sobre todo a las que trabajan en comunicación, que se animen a opinar. Que si ven algo que está mal, lo filtren. Que de a poquito vamos a ir consiguiendo el respeto, la palabra, los puestos. Que muchas veces los hombres no crean piezas machistas intencionalmente, sino porque ninguna se ocupó de actualizarles el software.
Una vez estábamos en una reunión de preproducción y el director nos mostró una escena que claramente era de acoso. De esas que son una bomba atómica para redes sociales. En la sala había 4 chicas. Yo fui la única que pidió cambiarla. Después la vestuarista se me acercó y, en voz baja, me dijo: "sí, yo lo había notado". Pero con notarlo no alcanza.
Esta semana un hombre, solito, se dio cuenta de un detalle importante y pidió que nos incluyan en las fichas. Ese hombre, sin una compañera que le enseñó, que en un momento se animó a opinar, probablemente nunca lo hubiese hecho.
Cambiar el lugar de la mujer es un trabajo de equipo, pero a ese equipo lo tenemos que liderar nosotras. Los comerciales que siguen sin entender al género femenino demuestran que la industria tampoco lo hace. Por eso, no dejemos de enseñar, hablar y proponer.
Para seguir sumando pequeñas victorias, nos tenemos que mover. Sólo así vamos a lograr algo enorme.
Executive Creative Director LATAM @ Mediabrands Content Studio
8 añosmuy bueno leer esto. ojala podamos generar un cambio positivo desde nuestro lugar. entendiendo la plata que se pone en pauta para que la sociedad vea lo que hacemos, tenemos una oportunidad enorme. no solo la de cambiar los comerciales de toallitas para que sean mas representativos sino tambien para que nadie se sorprenda cuando en la ficha de un proyecto de desodorante para hombres, el director creativo resulte ser una mujer.
Redactor Creativo Director Creativo Freelance spanish latam copywriter
8 añoshace años qu elaburo en publicidad y los hombres no cambian mas.