Persuadir no es nada maligno

Buen domingo!

El título es un poco raro aunque del todo real. Hoy toca limpiar la mala fama de la palabra "persuasión" y que es la base de mi profesión. ¡Vaya un pareado!

Cuando dices cuando te dedicas al copywriting y que lo que haces es escribir de manera persuasiva para vender, la gente te mira con cara rara y con mucha desconfianza. El motivo es que para todos "persuadir" es igual que "manipular", o sea, engañar. Y no es así.

Vamos a hacer un pequeño ejercicio. ¿Cuántas palabras o expresiones conoces relacionadas con esto de la persuasión? Las primeras que se te ocurran 1, 2 , 3 responda otra vez:

* persuadir * convencer *camelar *embaucar * engatusar *liar * hacer el lío * influir *manipular * engañar * llevar al huerto * incitar * seducir ...

Y seguro que me dejo mucha más en el tintero. ¿Te has dado cuenta que casi todas tienen connotación negativa? Pues esta es la imagen que tiene todo el mundo de la persuasión: lograr mediante engaños que hagas algo que es malo para ti y que solo beneficia al embaucador.

Que no digo yo que en ocasiones no ocurra así, pero no es así siempre ni mucho menos. La palabra, la acción, no es mala en sí misma... la maldad está en la intención de la persona que la utiliza. Pero lo malo se graba más fuerte en la mente que lo bueno y por eso cuando sospechas que alguien está en modo persuasivo te pones en guardia para que no te la cuele.

En copywriting la persuasión se utiliza para conseguir cerrar una venta, es verdad. Eso no es malo, para nada, porque nos pasamos el día vendiendo a los demás cosas: para caer bien, al hacer una entrevista de trabajo, al presentarnos para un ascenso, ver una peli que al resto no le apetece... Entonces es cuando sacas el armamento pesado, esas palabras mágicas que sabes que harán pasar por el aro a la otra persona y volver a ver por enésima Pretty Woman en vez de Star Wars.

También persuades cuando tu hija con catarro no se toma el jarabe y lo tiene que hacer varias veces al día sin protestar (porque sabe horrible): la prometes dibus, su postre favorito... Aquí el resultado positivo y beneficioso, aunque la niña se enfade y se queje al principio. Ah! y si quieres que siga confiando en ti por muy malo que esté el potingue: cumple lo que has prometido. Y lo mismo con tu cliente.

En resumen, utilizar la persuasión para conseguir tus objetivos es totalmente lícito mientras el beneficio sea muto, sin doble fondo. Así que por favor, no veas a los copys como la bruja de Blancanieves intentando que muerdas la manzana envenenada, cuando lo que te ofrecemos son las espinacas de Popeye.