No podía saberse
Es casi seguro que la mañana del lunes 02 de julio de 2018 gran parte del país despertó con una intensa mezcla de alegría, triunfo, y probablemente optimismo. Después de seis años de un sexenio arrogante, soberbio y con un fuerte tufo a corrupción, un número considerable de la población creyó que un nuevo porvenir estaba por llegar.
Dieciocho años antes, con el triunfo de Vicente Fox, se había vivido una sensación similar al terminar con setenta años del partido único de gobierno. Pero la decepción, real o aparente vino pronto. En 2012, México decidió que el vilipendiado partido de la llamada dictadura perfecta, el PRI, tendría que volver al país. Pero la ilusión fue efímera, sonados casos de corrupción y escándalos hicieron caer la popularidad del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Hoy nos encontramos, nuevamente, en la misma coyuntura, tratar de adivinar quién va a reparar a México. ¿Cuáles serán los sentimientos con los que, en poco menos de tres semanas, el lunes 03 de junio, se despierte el país?
Steve Jobs, en su discurso en la Universidad de Stanford en 2005, mencionó que “no puedes conectar los puntos hacia delante, solo puedes hacerlo hacia atrás”. Jobs se refería a que no puedes prever exactamente cómo los eventos en tu vida se desarrollarán en el futuro. No puedes trazar un camino perfecto porque el futuro es incierto y está lleno de sorpresas. Esta metáfora no aplica para nuestra realidad como país.
Más allá de filias y fobias políticas, en la actualidad contamos con una gran cantidad de datos sólidos y verificables que nos permite tomar decisiones más informadas. En cómo las interpretamos radica, precisamente, nuestra responsabilidad política para emitir nuestro voto. Y me queda claro que cuando hablamos de felicidad, no hablamos exclusivamente de datos económicos, pero desde luego que no podemos abstraernos a estos.
¿Cuáles son esos datos duros de los que podemos echar mano hoy en día? El que cada uno de nosotros quiera, pero, y utilizando uno de los términos a los que a nuestro gobierno de hoy le gusta echar mano de tanto en tanto, utilicemos algunos de los indicadores que utiliza el índice de felicidad de la ONU, es decir, PIB Per cápita, esperanza de vida, personas con acceso a salud, percepción de corrupción.
Por lo que hace al PIB Per cápita en México, en 2018 era de $10,343 dólares y en 2023 fue de $10,077. Por el devastador manejo de la pandemia de COVID-19 en el país, que ocasionó un exceso de muertes por COVID-19 de 37 %, es decir, casi 4 de cada 10 muertes durante la pandemia, sucedieron por fallas en la gestión gubernamental, esto ocasionó que la esperanza de vida al nacer descendiera de 74.8 años en 2018 a 68.7 en 2021.
Además, aproximadamente tres de cada diez personas en México enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud, una cifra que se ha casi duplicado desde 2016. Por otro lado, en cuanto a la corrupción, el país se mantiene estancado por cuarto año consecutivo, en el puesto 126 de 180 países evaluados, según el Índice de Percepción de la Corrupción
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Finalmente, y aunque no es uno de indicadores del índice de Naciones Unidas, no podemos pasar por alto uno de los temas que más dolor nos causa a los mexicanos, los altos niveles de inseguridad. El gobierno actual, al mes de abril de este año, ocupa el primer lugar con 184,307 homicidios dolosos, una cifra superior a la registrada durante la administración anterior, la que alcanzó los 130,626 incidentes.
Como mencioné anteriormente, nuestra responsabilidad política para construir un México mejor radica en cómo interpretamos esta información. No obstante, no es justificable argumentar la incapacidad de conectar los puntos hacia delante, o recurrir a la justificación de “no podía saberse”, como muchos señalan respecto a su decisión de voto en 2018. ¿Con qué sentimientos nos levantaremos el lunes 3 de junio? La responsabilidad, insisto, recae en cada uno de nosotros.
---𝚁𝚘𝚐𝚎𝚕𝚒𝚘 𝚂𝚎𝚐𝚘𝚟𝚒𝚊, 𝙳𝚘𝚌𝚝𝚘𝚛 𝚎𝚗 𝙵𝚒𝚕𝚘𝚜𝚘𝚏í𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙰𝚌𝚎𝚗𝚝𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚎𝚗 𝙴𝚜𝚝𝚞𝚍𝚒𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙲𝚞𝚕𝚝𝚞𝚛𝚊, 𝚎𝚜 𝚏𝚞𝚗𝚍𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝙷𝚞𝚖𝚊𝚗 𝙻𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛, 𝚂𝚘𝚌𝚒𝚘-𝙳𝚒𝚛𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚃𝚑𝚒𝚗𝚔 𝚃𝚊𝚕𝚎𝚗𝚝 𝚢 𝙿𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝙲á𝚝𝚎𝚍𝚛𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝙸𝚃𝙴𝚂𝙼. 𝙴𝚜 𝚌𝚘𝚕𝚞𝚖𝚗𝚒𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚙𝚎𝚛𝚒ó𝚍𝚒𝚌𝚘 𝙴𝚕 𝙵𝚒𝚗𝚊𝚗𝚌𝚒𝚎𝚛𝚘-𝙱𝚕𝚘𝚘𝚖𝚋𝚎𝚛𝚐 𝚢 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚛𝚎𝚟𝚒𝚜𝚝𝚊 𝙿𝚕𝚊𝚢𝚎𝚛𝚜 𝚘𝚏 𝙻𝚒𝚏𝚎---
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Consultor Empresarial | Fortalecimiento y Productividad | Direccionamiento | Planeación Estratégica | Estructuración Organizacional | Administración y Gestión Productiva | Gestión de Costos y Presupuestos | Proyectos.
7 mesesQue dilema e incertidumbre la que se plantea y describe en este artículo luego de dos liderazgos que se creían serían un nuevo rumbo, lo cual no se presento y por el contrario se retrocede. Esto no ocurre en un solo país, tristemente es recurrente en varios estados; pero hay que seguir con la esperanza y optimismo de que existe posibilidad de mejorar y de avanzar, para el bienestar y desarrollo de las comunidades y sobre todo de las menos favorecidas, hay que ser optimistas y seguir en pie de lucha.
Plant Manager | Operations Consultant | Manufacturing Process Improvement
7 mesesEl problema, Rogelio, es que la alternativa no da. Primero, representa a las opciones que fueron rechazadas por la mayoría por una u otra razón. ¿Margarita? prefirió terminar de fragmentar al PAN por sus ambciones personales. ¿Alito? ¿ya se olvidó como lo agarraron del cuello y le dieron instrucciones de cómo votar, literalmente? Mencionas el manejo incompetente de la pandemia.. ¿Y el manejo incompetente de Calderón de la seguridad, que seguimos pagando hoy? ¿Cuántos de los de EPN y AMLO son de ellos? Así que la única opción en la que podpian ponerse todos de acuerdo era una señora mensa. Si, mensa, que hace ver a su contraparte como una estadista (aunque ni crea en la virgen de guadalupe)... Sin propuestas, de hecho dejaría los programas clientelares sin decir cómo los financiaría.
Consultor de proyectos de empaque y embalaje | Profesor de operaciones, proyectos y finanzas en TecNM facultad de ingeniería industrial | Apasionado del conocimiento.
7 mesesBueno, en una sociedad que ha devenido en la interpretación de la vida a partir de percepciones subjetivas y no realidades objetivas, no debiera sorprendernos que el concepto de “Bienestar” se haya igualmente relativizado. Es triste! Saludos.