Mi año 2016 en columnas
Dejamos atrás ya el 2016, valorado por muchos como uno de los más complicados en décadas por la acumulación de hechos que producen incertidumbre en el futuro de México y del mundo en general.
Dedico mi primera columna del año nuevo a resumir las 43 columnas que escribí en el año viejo para contribuir a la reflexión de qué pasó y a dónde nos lleva…
Agrupé las columnas en tres grandes temas que desarrollo a continuación.
Al primero lo podemos llamar “el creciente mal humor social en México”. Escribí 12 columnas sobre la enorme falta de empatía en la sociedad que se traduce en enfrentamientos que van desde lo cotidiano en los casos de las “ladys” y los “lords”, hasta las marchas y los enfrentamientos como el del gobierno con la CNTE en Oaxaca.
Escribí también sobre cómo el mal humor impactó las elecciones de este año que produjeron alternancia en 8 estados, de los cuales en 4 no gobernará el PRI por primera vez en la historia, y detonaron la renuncia de dos presidentes de partido. Se dio aire también a la causa de los candidatos independientes, por el hartazgo generalizado con todos los partidos políticos... y se puso en evidencia la baja participación de los jóvenes en la política.
El segundo gran tema es “el cambio de época en el mundo”. Bajo este tema escribí 10 columnas que incluyeron los tres eventos democráticos más disruptivos del año: el voto del Reino Unido por salir de la Unión Europea, el voto de Colombia contra al acuerdo de paz con las FARC y la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
De estos hitos se derivaron reflexiones más profundas como el auge de la política posverdad en la que el discurso emocional populista ha vencido al discurso basado en hechos, el descontento generalizado de la clase trabajadora rural y el abismo que hay en la forma de ver el mundo entre ésta y la población de las grandes ciudades, y la tendencia que subyace a todo esto: el fin del modelo de globalización como lo conocemos desde el final de la segunda guerra mundial.
El tercer tema es “el reto de la corrupción y el estado de derecho en México” con 8 columnas. Abrimos el año con la detención de Humberto Moreira en España que fue una fugaz esperanza de justicia frente a la práctica habitual de desfalco de muchos gobernadores. Entre marzo y junio escribí cuatro columnas sobre la Ley 3de3, primero con esperanza cuando se juntaron las firmas de los ciudadanos para que fuera aceptada en el Congreso, luego con frustración cuando los legisladores la manosearon y usaron políticamente a su antojo y finalmente con asco cuando se aprobó una versión descafeinada. Mientras vivíamos esta degradación de nuestra iniciativa ciudadana, la filtración de los Panama Papers nos demostraban que la falta de transparencia es un problema general de las élites en todo el mundo… aunque con diferencias importantes en cómo se tolera en otros países como por ejemplo Islandia, en donde el primer ministro renunció a las 48 horas de ser nombrado en los documentos.
En noviembre escribí sobre como la clave a nuestros problemas de corrupción, impunidad e inseguridad tienen sus raíces en la falta de estado de derecho: un sistema en el que tanto el gobierno como los individuos son responsables ante la ley; las leyes son claras, estables, justas y protegen los derechos fundamentales.
El año también estuvo salpicado de columnas con temas coyunturales que dejaron ver otros retos críticos de nuestro país como el cambio de director general en Pemex tras el desplome de los precios del petróleo y los resultados de la prueba PISA que demostraron un estancamiento de casi una década en la calidad de la educación básica en nuestro país.
El año 2017 abre como una incógnita, producto de la incertidumbre acumulada de los últimos meses. Mi deseo es que en un año estemos compartiendo un resumen más positivo, de construcción de éxitos aquí y en el mundo.
Artículo original publicado en Diario NTR.
Estimando Guillermo, Mis comentatios: En cuanto a los Panama papers, yo le llamaría en lugar de "falta de transparencia en el mundo", una práctica criminal en el mundo. El usar la palabra ”elites” lo hace ver bien. Por que muchos aspiran ser parte de una elite. Entonces dejémolos en una practica criminal para ocultar dinero de procedencia delictiva. Y en cuanto a la tolerancia a este tipo de hechos, te puedo decir que en Suecia ministros han dejado su cargo por el hecho de hacerse saber que usaron el dinero del erario para pagar gastos personales. O cuando se ha hecho saber que el ministro no ha pagado su licencia para ver television. En estos casos los ministros han renunciado a su cargo por si mismos, sin necesidad de marchas para removerlos. Solo es simple hecho de perder el líderazgo moral que su cargo requiere es suficiente para dejar su renuncia. Una situación como el de ”la casa blanca” hubiera sido suficiente para ver como las persona en cuestion dejara su cargo. Bueno también escribes del ”abismo de que hay en la forma del ver el mundo” de la clase rural y la población de las grandes ciudades. Y yo creo que esto en realidad está relacionado con lo que escribes en cuanto a falta de empatía en la sociedad. El problema de que la gente de un mismo país se ven como ustedes y nosotros -siendo ambos Mexicanos- como si fueran algo diferente. Este problema que es acentuado con la indiferencia y la criminalización de movimientos sociales… Lo que he planteado desde hace mucho tiempo incluso me acuerdo haberlo comentado en alguna clase en la Universidad es que desde afuera, desde el extranjero se ve un México. Y eso es cómo se debe de pensar al tomar decisiones que afectan unos o muchas personas. Saludos, Ana