Por qué no creo en las listas de propósitos de Año Nuevo.

Por qué no creo en las listas de propósitos de Año Nuevo.

Comenzamos un nuevo año, por lo que es habitual que nos pongamos a hacer una lista de objetivos y propósitos.


Entre ellos, los más comunes:hacer más ejercicio, dejar de fumar, comer más sano o ahorrar.


Sin embargo, un estudio de la Universidad de Scranton, Pensilvania, reveló que 9 de cada 10 personas que establecen propósitos de Año Nuevo fracasan. Traducido en porcentajes, es un 90% de personas que no cumplen sus objetivos.


Las intenciones son buenas, eso no lo dudo...pero no creo para nada en estas listas de propósitos. Y te voy a decir por qué.


POR QUÉ NUNCA CUMPLES TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO


Tal y como explica Tania Sanz, los motivos suelen ser los siguientes:


1.   Te propones objetivos que te vienen muy grandes.


Eh, que no te estoy diciendo que no puedas soñar en grande, pero vayamos paso por paso.


Para que lo entiendas, voy a utilizar el mítico ejemplo de hacer ejercicio. La verdad es que odio ir al gimnasio en enero, porque siempre está lleno de gente nueva a la que no vuelves a ver en febrero (menos mal, no me gusta hacer cola hacer cola para poder usar la cinta de correr).


¿Por qué ocurre este fenómeno? Porque, en general, las personas que no han hecho en su vida ejercicio o han perdido el hábito se proponen ir 4 o 5 veces por semana y conseguir el aspecto atlético de Arnold Schwarzenegger, lo cual, sin lugar a dudas, es poco realista, por no decir imposible.


Puede que la primera semana, con el subidón del año nuevo, seas capaz de ir casi todos los días, pero en cuanto empieces a fallar porque te encuentras muy cansado o no te da tiempo te darás por vencido. Este es el gran error.


Pecamos de llevar estos nuevos propósitos al extremo: o consigo invertir muchas horas a la semana en ellos o me rindo, no lo voy a conseguir. Sin embargo, la clave está en fijarse metas que en un principio sean más fáciles de alcanzar, e ir aumentando progresivamente, conforme vayamos viendo los resultados, y según el tiempo del que dispongamos, claro está.


Siguiendo con el ejemplo del gimnasio: seguramente será más fácil para ti proponerte ir como mínimo dos veces a la semana, o ir más veces pero ejercitar durante períodos más cortos, y ya te digo yo que notarás los resultados, y querrás ir más veces.


Me pareció muy curioso cuando un amigo, que por cierto, no tenía rutina de ejercicio, me dijo que para qué entrenaba 30 minutos, que eso no servía para nada (cuando es tiempo suficiente para mantenerse en forma), a lo cual yo contesté: “Será mejor 30 minutos que no hacer nada”.


También me pareció curioso cuando un monitor de gimnasio que me preguntó cuántas veces tenía pensado entrenar durante la semana al que le contesté que, por lo menos, dos, me dijo que no estaba acostumbrado a respuestas tan realistas. Así es como está el panorama.


Conclusión: menos es más, y mejor que nada. Así que si quieres conseguir algo empieza de alguna manera y en pequeñas dosis. :)



2.   Tienes demasiados propósitos.


Sí, todos creemos que cuanto más larga sea la lista de propósitos, mejor. Error.


Por suerte o por desgracia, el año tiene solo 365 días, y estos 24 horas, de las cuales necesitamos 7 u 8 de media de sueño, y entre 1 o 2 horas para nuestras tareas cotidianas como ir al supermercado, poner una lavadora, o ducharnos.


Si a eso le sumamos que la mayoría de nosotros necesitamos un trabajo para subsistir, cuya jornada será generalmente de 8 horas, el tiempo libre que nos queda al día es mínimo, así que siento deciros que nos toca priorizar.


Es decir, tendremos que elegir en qué propósito(s) queremos centrarnos, ya que habrá que invertir una cantidad de tiempo y energía, y, como hemos visto, son recursos bastante limitados.


Así que mejor céntrate en uno o dos y hazlo bien, en vez de querer acaparar todo y no terminar de hacer nada.


3.   No son propósitos concretos.

Continuemos con el ejemplo de propósito de hacer ejercicio. Más genérico no podría ser.


Tenemos que concretar.


¿Qué vas a hacer exactamente? Hay muchísimas opciones: salir a correr, a caminar, ir en bici, nadar, ir al gimnasio...Todas iguales de válidas, pero elige una al menos. Especifica.



4.   No te has parado a pensar en una razón de peso para conseguirlos (el por qué).


Recalco razón de peso. Volvemos al ejemplo de hacer ejercicio. Ángel Alegre pone un ejemplo que me gusta mucho en este artículo.


Razón de peso no sería hacer ejercicio para ligar más, porque te puede ocurrir como al amigo de Ángel, que una vez conoció a la que sería su novia lo dejó por completo. Razón de peso tampoco sería perder 8 kg, porque cuando los hayas perdido ya no sentirás la necesidad de seguir haciéndolo.


Por tanto, tienen que ser motivos importantes para ti y que perduren en el tiempo.A mí, por ejemplo, lo que me motiva a hacer ejercicio todas las semanas es mi salud mental y mi humor. Si no practico algo de deporte tiendo a sentirme malhumorada, cansada, deprimida y negativa, así que no es de extrañar que no me falte motivación para practicar deporte.


Hay personas que practican ejercicio porque les gusta verse bien frente al espejo, y este motivo es igual de legítimo. Son motivos importantes para ellos y perduran en el tiempo. Aunque a simple vista puede parecer algo superficial, seguramente les produce satisfacción mirarse al espejo y verse bien, por lo que se sienten bien y les permite afrontar su día a día con más seguridad.


Aquí lo que entra en juego son los valores de cada uno. Te tienes que hacer la pregunta de qué es importante para ti. Para mí es importante estar de buen humor y no terminar en terapia psicológica o psiquiátrica sin necesidad, pero puede que lo que te motive a ti sea algo diferente.


A lo mejor simplemente quieres sentirte más fuerte y con más energía, y es igual de válido, mientras sea importante para ti y lo recuerdes cada vez que te sientas desmotivado, porque ocurrirá. Flaquearás como cualquier ser humano, y es en estos momentos cuando tendrás que recordar el por qué, y será lo único que te dará fuerzas para seguir adelante.


Así que apúntatelo, o no, pero no lo olvides.


5.   Te falta el método para lograrlos (el cómo).

Sí, a mí este punto tampoco me agrada. La palabra método no suena muy bien, ¿verdad?


Si eres de letras, como yo, a lo mejor lo relacionas los métodos con lo científico.


Si queréis, podemos decir que para conseguir un propósito tendremos que saber de antemano cómo lo vamos a lograr. Lógico y normal, ¡habrá que empezar por alguna parte!


¿Cuántas veces lo vas a hacer a la semana/al día? ¿Qué días de la semana? Organízalo en tu agenda, así dejas ese hueco para la actividad que hayas elegido.


Cambiemos de ejemplo. Imaginemos que te gusta mucho escribir y se te da genial, pero no quieres escribir un libro, o al menos por el momento. Investigas en San Google y encuentras que existe una profesión que se llama copywriting. Piensas “¡esto está hecho para mí!”, pero obviamente primero tendrás que aprender la profesión, y aquí tendrás que pensar en el método.


Puedes aprender por tu cuenta y con recursos gratuitos, o realizar una inversión de dinero en alguna formación, como por ejemplo"Adopta un Copywriter" de Javi Pastor. Ambos métodos son igual de válidos, pero tienes que elegir uno de los dos y empezar por algún sitio.


El segundo, aunque te supondrá una inversión de dinero, te ahorrará mucho tiempo, ya que te enseñará paso a paso y en solo 3 meses la profesión del copywriting y la redacción. El primero es gratis, pero tendrás que invertir mucho tiempo, porque te tocará buscar por tu cuenta los recursos para aprender. Aquí tendrás que tomar una decisión, dependiendo de la cantidad que dispongas de estos dos recursos: tiempo y dinero. 

Por tanto, si no sabemos cómo vamos a hacerlo, es imposible que lo consigamos, porque básicamente no sabemos ni por dónde empezar.


6.   Tus propósitos siempre son para el nuevo año.

Sigo sin entender la obsesión de proponerse metas siempre a principios de año. ¿No es cualquier fecha buena para proponerse un objetivo? No no, tiene que ser a principios de año. Año nuevo, vida nueva, dicen.


Me parece absurdo, y creo que esto también te impide conseguir tus propósitos. Y volvemos otra vez al punto 2, porque claro, como quieres empezar con todo el 1 de enero (o el 7, que ya han pasado los Reyes Magos), pues es normal que te agobies.


A mí cualquier fecha me parece fantástica para comenzar con nuevos propósitos. Parece que hay fechas prefijadas para todo. No tiene sentido comenzar la operación bikini el 1 de junio, porque ya estás luciendo el bikini. Pues perdona, yo empiezo la operación bikini cuando me da a mí la gana. Además, aquí en la Comunidad Valenciana, llevamos bikini hasta octubre. ;)


7.   Quieres conseguir todos los propósitos este año.


Normal que te agobies y te des por vencido.


Si yo hubiese querido conseguir todos mis propósitos en un año, probablemente no estaría escribiendo este artículo. Estaría sumida en una profunda depresión, metida en una cama, en un cuarto sin luz, y moribunda por la medicación.


Siento quitaros la ilusión, pero lo más seguro es que nada salga como lo tenéis planeado y necesitéis más tiempo del que imaginabais para conseguir vuestros propósitos. ¿Y qué más da?


Yo misma, hace un año, a estas alturas, estaba muy disgustada porque no había conseguido todavía mi carnet de conducir en el nuevo año que entraba. No es que me importara que empezara un nuevo año, pero quería tenerlo cuanto antes. Yo ya me había visualizado con mi licencia para esas fechas, y sin embargo, no fue así.


Pero, ¿qué importa lo que tarde? Si no lo había conseguido en ese momento lo haría más adelante, y así fue. Lo importante es que seguía yendo a la autoescuela y presentándome a los exámenes una y otra vez. Por tanto, estaba en el camino de conseguirlo y no me daba por vencida, y eso es lo importante.


Si tú te has propuesto bajar 10 kg este año y al finalizar te das cuenta de que has perdido 8, no tienes que frustrarte en absoluto. De hecho, debes sentirte muy orgullos@ de lo que has conseguido. Puede que tardes un poco más en perder esos 2 kg que te faltan, pero lo conseguirás, porque estás bien encaminado y siguiendo los pasos para conseguirlo.


La vida me ha enseñado que conseguir lo que queremos lleva su tiempo, y casi siempre más del que nos gustaría. En vez de frustrarnos y amargarnos porque no estamos donde nos gustaría, disfrutemos del camino y celebremos donde estamos. Si de todas formas, cuando lo alcancemos alguna meta nueva se nos ocurrirá. El ser humano es así.


8.   No te felicitas por tus pequeños logros.


Nos centramos tanto en el resultado final que somos incapaces de disfrutar del proceso y darnos una palmadita en la espalda cuando toca.


Tendemos a ser nuestros peores enemigos. Nos decimos a nosotros mismos que somos unos inútiles, y que jamás conseguiremos nada.


¿Habéis oído hablar del refuerzo positivo? Pues nos lo tenemos que aplicar también a nosotros. Siéntete orgulloso de cada pequeño paso que das, esto te impulsará.




MI SECRETO PARA CONSEGUIR (CASI) TODO LO QUE ME PROPONGO


Sinceramente, yo nunca me he hecho listas de propósitos para el año nuevo. Ni siquiera me hago listas de propósitos en general, y eso que no tengo nada en contra de las listas (las uso para muchas cosas, de hecho).


Sin embargo, puedo afirmar que este año 2019 he cumplido muchos propósitos que tenía pendientes:

- Me he sacado el carnet de conducir, como comenté anteriormente. Para mí no ha sido sencillo.

- Retomé la música como hobbie y me enfrenté a mi miedo infantil de tocar y cantar en público.

- He conseguido un trabajo de lo que estudié, Recursos Humanos.

- He recuperado el hábito de leer. Si queréis saber cómo escuchad este podcast de Javi Pastor. En realidad no puedo presumir de aplicar todo lo que dice al 100%, pero estoy orgullosa de haberme vuelto a enganchar a la lectura.


Guau, cuántos propósitos cumplidos, ¿verdad? Ni yo me lo creo. Simplemente se ha dado la casualidad de que he conseguido propósitos pendientes en este mismo año, así que dudo que el 2020 sea igual.


Y te preguntarás: ¿eres superwoman? JAJAJAJA NO. Ni mucho menos. De hecho, como ejemplo, he tardado en sacarme el carnet de conducir más de un año y me he presentado 8 veces al examen práctico. Y no me avergüenzo en absoluto. Es más, me enorgullezco de no haber tirado la toalla y haberlo conseguido.


Si me preguntas en qué momento decidí proponerme todas estas cosas, no sabría decirte. Porque, como te he comentado, no creo en los propósitos de año nuevo ni en sus listas. Simplemente se me ocurre algo que quiero hacer y empiezo cuanto antes, no en enero.


Entonces, ¿cuál es mi secreto?

1.   Soy muy cabezona, para bien y para mal, así que cuando me propongo algo voy a por ello 100%. Algunos lo achacan a mi nacimiento en mayo y bajo el signo del zodiaco del toro. Sea como sea, esto es algo intrínseco a mi personalidad.

2.   Pido ayuda si es necesario. Tenemos la manía de que queremos conseguir todo solitos, pero a veces, necesitamos asistencia de personas con más experiencia y sabiduría. Y sí, puede que esa ayudita te cueste algo de dinero.

3.   Mi familia, que siempre me apoya en todo lo que hago.

4.   No me hago listas de objetivos. Simplemente me propongo hacer algo y comienzo a hacerlo.

5.   No me gusta empezar con nuevos propósitos el 1 de enero, como a la mayoría, sino CUANTO ANTES.

6.   Como has visto, mis propósitos alcanzados en 2019 no me vienen muy grandes. Son pequeños propósitos alcanzables, pero que son muy importantes para mí.



LA IMPORTANCIA DE LOS HÁBITOS


Vaya por Dios, ya hemos llegado a la famosa palabrita que repiten todos los expertos de desarrollo personal.


Según nuestra amiga Wikipedia, “en las ciencias de la salud, en particular a las ciencias del comportamiento (la psicología), se denomina hábito a cualquier conducta repetida regularmente, que requiere de un pequeño o de ningún raciocinio y que es aprendida, más que innata”.


Bueno bueno. Aquí ya podemos extraer un dato importante. Es una conducta aprendida, por tanto entendemos que va a requerir de un esfuerzo por nuestra parte.


¿Y por qué me pongo a hablar ahora de los hábitos? Porque son la premisa para alcanzar propósitos. El hábito puede conformar un propósito en sí mismo, de hecho, y es bastante habitual.


Por ejemplo, yo me había propuesto retomar el piano y la música, y para ello me apunté a clases de canto. Las clases estaban muy bien, pero si no hubiese cogido el hábito de cantar y tocar el piano casi todos los días un poco, no habría mejorado nada, ni me habría aprendido ninguna canción.


Los japoneses crearon el Método Kaizen o la regla del minuto, que consiste en, como su propio nombre indica, realizar durante solo un minuto al día la actividad que queremos convertir en hábito. Es una forma de vencer a la pereza y de dejar de poner excusas como la falta de tiempo. Parece fácil, ¿verdad? Solo un minuto al día. ¡Ya no hay excusas que valgan!



Y TÚ, ¿QUÉ TE HAS PROPUESTO ESTE AÑO? ¿ QUÉ HAS CONSEGUIDO EN EL 2019? Escríbelo en los comentarios, si te atreves. ;)


Y si te has propuesto mejorar los textos de tu página web o de tus redes sociales puedes contactar conmigo.

Seve López-Egea Balaguer

33% discapacidad. Psicólogo General Sanitario. Recursos Humanos, Sociólogo. Integrador Social.

4 años

Esa es mi compi...buenos recuerdos compartidos...

Victoria C.

Talent Management | Employee Experience | Employer Branding

4 años

Brillante, Silvana. Llevas una psicóloga dentro 😉 me ha cautivado que hayas recuperado el hábito de leer (voy a escuchar el podcast), muy buenos consejos. Gracias por compartir tus logros 💪 este 2020 seguro que consigues muchos más.

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