¡Por qué el “artista perfecto” jamás existirá! El mito de la perfección en el arte
Lineart by Mike Jordana. Paint by Sergio Roda. 2020.

¡Por qué el “artista perfecto” jamás existirá! El mito de la perfección en el arte

¿Qué es el artista perfecto?

Durante los últimos años, la comunidad del Concept Art ha vivido una de las mayores revoluciones de la historia, convirtiéndose en un asset fundamental para muchas empresas del entretenimiento.

Sin embargo, con la aparición de grandes referentes de la ilustración, la globalización de obras profesionales, y el crecimiento descontrolado y genial de la comunidad, los jóvenes artistas se suelen hacer la misma pregunta constantemente: ¿Cuándo llegaré a ese nivel? ¿ Cómo seré capaz si no consigo ni dibujar una cara bien?

Aquí es donde entra una importante reflexión personal, que os quiero transmitir: el artista perfecto, NO EXISTE.

PARTE I – NEGACIÓN

Todos tenemos esa voz interior, esa maldita e inteligente voz que sabe disuadirnos, que sabe gritar a nuestro cerebro y decirnos “No podrás llegar”. Nadie se libra de ella, y esto es, en parte, porque vemos el éxito final, como la perfección.

Pero esto, es un error. La perfección es un error, porque en sí mismo es una paradoja. Nunca llegarás a perfeccionar algo, nunca llegarás a crear la pieza de música perfecta, nunca crearás el cuadro perfecto, nunca tendrás la marca perfecta al correr esa carrera. ¿Suena devastador verdad?

Disculpad la negatividad, ahora respirad profundamente. Mirad hacia delante, y ahora pensar, ¿Qué podéis alcanzar en este momento? Preguntaos, ¿Qué puedo hacer diferente y llegar a mejorar?

Con esto en mente, no es difícil salir de nuestro colchón mental y aventurarnos en dibujar piernas y músculos y nuevas criaturas, nuevos paisajes, nuevos mundos, nuevas sensaciones.

Entonces los primeros pensamientos caen de nuevo, “Nunca llegaré”, “Nunca seré un/a artista perfecto/a”. Y es entonces cuando se aplica lo siguiente:

No seré perfecto/a, pero puedo alcanzar mi propia excelencia, puedo hacer lo mejor posible de aquello que hago

Esta línea, este lema, esta sensación debe recorrer vuestra mente cada vez que la perfección trate de llamar a la puerta. Hay que abrirla, no dejarla pasar, y decirle a la cara “No Existes”, y cerrar esa puerta, dejando dentro de nuestra casa la excelencia, dejando nuestro esfuerzo con nosotros y ponernos a dibujar sin parar, sólo pensando en llegar a ser los mejores de nuestras propias metas.

PARTE II – PERSEVERANCIA

No obstante, todas estas palabras suenan vacías sin más factores, casi como si con ellas estuviera sentenciando que la excelencia está solo en algunos pocos que cierran la puerta a la perfección y trabajan las 24 horas del día.

En efecto, la perfección nos persigue, y llamará muchas veces a nuestra puerta, tratando de echarnos en cara que nunca seremos como ella es. Es en estos momentos en los que debemos perseverar, debemos saber mirar a nuestros cuadernos y lienzos vacíos, y saber respirar hondo, sin hacer caso a esa puerta y seguir nuestras metas.

¿Y en qué consiste esta perseverancia? Esa pregunta debemos hacernos cada día, ya que nos marca la pauta a seguir durante nuestro proceso evolutivo (profesionalmente hablando).

La perseverancia es más que saber cerrar una puerta a la perfección y abrirla a la búsqueda de la excelencia; es saber abrir esa puerta todos los días; es saber mirar a los ojos a esos lienzos en blanco y no temer al fracaso; y es reconocer que este camino es duro, muy duro en ocasiones.

En nuestra trayectoria artística encontraremos muchas dificultades, retos y obstáculos que la perfección, el miedo y factores internos y externos, que intentarán echarnos de nuestra habitación. ¡Que lo hagan!

¿Qué significa perseverar artísticamente? Es saber mantenernos ante esta situación, interna y externa, en la que nos vemos envueltos, y aún así, perseguir nuestra propia excelencia, y despejar nuestra mirada del artista perfecto.

PARTE III – METAS

Una vez hemos descubierto nuestras propias maneras de perseverar (Que os aviso, son diferentes para cada uno de nosotros/as), podemos saber como ayudarnos a nosotros mismos a crecer, evitando la mirada de la perfección y el artista perfecto.

La ventaja que la perfección tiene ante nosotros es nuestra capacidad para ponernos grandes metas. ¿Son las grandes metas tan dañinas como la perfección? Para nada, pero debemos diferenciar entre tipos de metas.

Las metas grandes, que rozan y alcanzan el nivel de la excelencia, deben ser metas a largo plazo, metas que tengamos en mente, pero sólo como incentivo, nunca como metas a corto plazo a terminar cuanto antes.

¿Por qué es bueno tener metas cortas? Bien, digamos que queremos escalar una montaña (Sí, es el ejemplo más típico, pero disfrutadlo). Sí tratamos de escalar la montaña mirando únicamente hacia la cima desde su base, jamás llegaremos, y acabaremos en algún agujero o tropezaremos y no llegaremos nunca por muy preparados que estemos.

Sin embargo, cuando miramos el terreno, miramos los puntos más cercanos a llegar, y ascendemos poco a poco, llegaremos más alto que nadie, incluso con menos preparación que aquellos que buscan la cima desde el valle.

Observa tus metas, reflexiona sobre ellas, llega a ellas, y continúa, no pares, por muy pequeñas que sean, acabarás en la más grande sin apenas notarlo.


Sergio Roda Gregorio. 2020.

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