¿Por qué el "Estimados" está matando tu conexión con los clientes (y cómo cambiarlo ya)?
Si trabajas dando servicio a clientes, proveedores u otras áreas de tu organización, es fundamental que entiendas esta distinción para poder usarla a tu favor: ¿cuándo tu comunicación es realmente formal y cuándo no lo es? ¿Qué es lo que sí hace a la formalidad en tus comunicaciones y qué elementos te juegan en contra?
Lo que muchos llaman "comunicación formal" es en realidad un conjunto de fórmulas comunicativas que, lejos de generar respeto, crean distancia, eliminan la empatía y, lo peor de todo, incrementan la ansiedad o el enojo en quien las recibe.
¿Cuáles son esas fórmulas? Son esas expresiones que deshumanizan la interacción como por ejemplo:
Ya sé, tal vez estés pensando “Pero Ana, esto son modos de decir, a nadie van a ofender si hablamos así”. Del mismo modo te voy a responder “por eso mismo: son modos de decir, impersonales, que no hablan de vos ni de mí, solo hablan y nos pone lejos como personas.
La cosa se pone peor aún, cuando entre medio de estas "formalidades" el contenido, es decir, la respuesta a tu cliente es confusa, difícil de leer o ambigua.
Esta falsa formalidad, en realidad, es una barrera defensiva para evitar conectarse.
Brené Brown :"La conexión no se trata de ceder formalidades; se trata de mostrarnos, ser vistos y entender que lo que realmente importa es la relación que construimos."
Una comunicación formal cumple con cuatro claves:
Si personalizás tus mensajes y te tomás el tiempo de entender el problema de tu cliente, la diferencia es enorme, incluso en cómo te responden.
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Cuando personalizás tu mensaje, conjugas los verbos y mostrás empatía, tus clientes se sienten escuchados y respetados. Y eso es lo que realmente genera una buena experiencia.
¿Qué podrías hacer hoy mismo para mejorar tu comunicación?
Te dejo una acción sencilla que podés empezar a implementar en tu próximo correo: Eliminá esas fórmulas frías e impersonales y probá tener una comunicación franca, clara y directa. Abrí tu mensaje con el nombre del destinatario, preséntate vos también, reconocé el desafío del cliente y ofrecé una solución específica. Vas a notar cómo la conversación se transforma.
La verdadera formalidad está en comunicarte de manera clara, empática y específica. Y cuando lográs esto, es ahí donde realmente estás cuidando la experiencia de tus clientes y la calidad de atención que brindas.
Y vos, ¿también confundías los “Estimados” con la formalidad? Si quieres dar el paso y transformar la forma en que te conectas con tus clientes, es el momento de actuar. Deja de lado los automatismos y comenzá a construir relaciones más humanas y efectivas desde tu próxima comunicación.
Si quieres ayuda para repensar juntos cómo mejorar tus correos y dar ese salto hacia una atención más personalizada, escribime, me encantaría acompañarte en este proceso.
*Fotografía de Freepik.com
Excelente reflexión!
Coach y Mentor Ejecutivo | Facilitador Transformacional | Asesor en Gestión de Proyectos
2 mesesMuy buen punto Ana Julia! Quedo atento a refinar más la manera de cómo expresarme mejor. Gracias ! Feliz finde
Gerente Capital Humano
2 mesesExcelente Ana Julia Boucher! En la era de la IA, más humanos que nunca ❤️
Lic.en Administración. Educador. Coach Ontológico
2 mesesMe encantó leer esto... y quedo con ganas de más. 🙌
Licenciada y profesora en Letras. Especialista en habilidades discursivas. Literatura. Contenidos, redacción.
2 mesesEl placer de aprender, reír y laburar con Ana Julia Boucher