¿Qué significa ser un líder ágil en el 2024?

Buenos días a todas y todos. Deseo que tenga una semana de resultados positivos.

Primero que nada quiero agradecer al equipo de AccorInvest quienes participaron en el Curso in-company de Bienestar y Gestión de Incertidumbre la semana pasada, me siento muy agradecido por su invitación.

El tema de esta semana tiene que ver con las características que debe tener un líder ágil. En un mundo cambiante los líderes deben transformarse a la misma velocidad que va el entorno, en el menor de los casos. Personalmente, me he encontrado con líderes ágiles y otros nada ágiles, y esto me ha hecho reflexionar, porque sus empresas son el reflejo de la mentalidad, comportamiento y actitudes de sus líderes. Las cosas van tan ágiles o lentas, como quiere su CEO.

Ahora Imagínate esta escena: estás en una reunión con el equipo directivo, y mientras algunos aún discuten cómo adaptar el plan anual, el líder ya está trazando tres rutas de acción alternativas para enfrentar un nuevo reto del mercado. No es que sea un genio, pero sabe que en un entorno tan volátil, lo único constante es el cambio. Este es un líder ágil.

La agilidad no se trata solo de moverse rápido, sino de hacerlo con propósito y adaptación. Un líder ágil toma decisiones rápidas, pero informadas, y sabe cuándo pivotar sin perder de vista la visión general. El mundo cambia a velocidades inesperadas, y quedarse inmóvil no es una opción. Entonces, ¿cómo podemos reconocer a este tipo de liderazgo?

"Cuando la tasa de cambio dentro de la organización es menor que la tasa de cambio fuera de ella, el final está cerca". Jack Welch.

Comportamientos de un líder ágil

Un líder ágil no teme la incertidumbre, la abraza. Se caracteriza por fomentar la experimentación en su equipo y valora más el aprendizaje rápido que el control rígido. Este tipo de líderes preguntan más de lo que afirman, delegan en lugar de centralizar, y crean un ambiente donde los errores se ven como oportunidades para mejorar.

Habilidades esenciales

La agilidad requiere de varias habilidades, pero quizá la más crítica es la capacidad de priorizar. Un líder ágil sabe distinguir entre lo urgente y lo importante, y tiene la habilidad de gestionar múltiples frentes sin perder claridad. Además, poseen un alto nivel de inteligencia emocional para leer tanto las dinámicas del equipo como las del mercado. La comunicación transparente y la capacidad de escuchar activamente también son clave.

Actitudes que marcan la diferencia

Un líder ágil es humilde, porque entiende que no tiene todas las respuestas y no necesita tenerlas. Su confianza está en la capacidad del equipo para encontrar soluciones en conjunto. También es curioso, siempre está en búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas. La resiliencia es su compañera, porque sabe que los fracasos son inevitables en el camino hacia el éxito.

Impacto en el equipo

¿Qué sucede cuando el líder es ágil? Los equipos que trabajan bajo este tipo de liderazgo se sienten empoderados y confiados. Existe un sentido de propiedad compartida en los proyectos, y la innovación fluye más naturalmente. La agilidad promueve un entorno donde cada persona tiene espacio para contribuir y crecer, lo que se traduce en mayor retención de talento y motivación.

Resultados: Líder ágil vs. líder no ágil

Los líderes no ágiles tienden a depender de la jerarquía y de la planificación rígida, lo que a menudo resulta en equipos que reaccionan lentamente y se estancan frente a los desafíos. En cambio, un líder ágil consigue resultados más rápidos, ya que su enfoque flexible le permite aprovechar las oportunidades emergentes antes que la competencia. La velocidad y la adaptabilidad se reflejan directamente en los resultados financieros y en la capacidad del equipo para innovar.

He hecho una tabla breve que compara 8 aspectos del líder ágil versus del líder no ágil, con la idea que les sirva.

Para terminar

En un entorno empresarial tan dinámico como el que vivimos, ser un líder ágil no es una opción, es una necesidad. Los líderes que abrazan la agilidad no solo logran mejores resultados, sino que también inspiran a sus equipos a ser más resilientes, innovadores y comprometidos. Así que la pregunta es, ¿estás listo para liderar con agilidad?

Te agradezco que compartas este artículo con tus colegas directivos y reflexionemos juntos: ¿Qué tan ágiles somos en realidad? ¿Que tan ágiles son nuestros líderes?