RAYDIANT: Una herramienta que fusiona la experiencia de cliente e inteligencia artificial (AI)
La inteligencia artificial (IA) quiere conseguir lo que hasta ahora parecía reservado solo a los padres: saber lo que quieres comer incluso antes de decidirte. Puede sonar a ciencia ficción, tal vez incluso a distopía, pero en San Francisco hay una empresa a punto de lanzar una herramienta precisamente para eso: cuando entras en un lugar y miras un menú cerca de la pantalla, es el propio dispositivo el que sugiere un plato.
Uno, por supuesto, se adapta a tus propias características y estado de ánimo.
¿Que tras escanear tu aspecto concluye que lo que te apetece es una buena ensalada con atún? Bueno, cuando te paras frente a la pantalla, se te presentará una alternativa que se muestra alrededor de esa opción. ¿Crees que prefieres alitas de pollo, costillas a la parrilla o pizza? No hay problema. Esto es lo que ves en la pantalla.
Por supuesto, todo lo que hay dentro del menú permite al usuario tomar decisiones.
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Como todos sabemos: el cliente siempre tiene la última palabra.
La empresa en cuestión se llamaba Raydiant y empezó a centrarse en la señalización digital. Después de crecer en el campo y aplicar su tecnología a una gran cantidad de negocios, ahora quiere dar un paso más con la ayuda de la inteligencia artificial. La experiencia no le falta: desde 2023, lleva casi diez años trabajando en el campo. "Los clientes y las empresas quieren usar análisis para crear una mejor experiencia en sus tiendas", dijo a Quartz el gerente de la empresa, Bobby Marhamat.
Ahora ha comenzado la cuenta atrás para publicar con inteligencia artificial capaz de entregar una experiencia personalizada a cada cliente a fin de año... y, por supuesto, aumentar las ventas para el negocio en sí.
¿Cómo? Básicamente con cámaras y sistemas capaces de identificar algunas características clave de cada cliente y decidir qué quiere comer.
¿Qué busca la herramienta? Fueron las propias empresas las que marcaron la estrategia, pero de entrada la raza y el tamaño del cuerpo se quedarían fuera del abanico de categorías que maneja la IA. Su atención se centra en otros aspectos, algunos evidentes y otros más sutiles. Por ejemplo, el rango de edad, la hora del día, el estado mental o, ya en una posición más irrelevante, Raydiant asegura que el género de los futuros comensales entrará en la ecuación.
Para concluir si un cliente tiene veinte años o es jubilado, observa ciertas características, como las arrugas, para sacar conclusiones; pero otras cuestiones, como si está deprimido o feliz, pueden ser mucho menos obvias. ¿Cómo analiza la IA? Utilizando una variedad de factores, incluido el clima: "Es seguro que si llueve y a alguien no le gusta, andará descontento y la emoción en su rostro se verá como una insatisfacción".
La idea es combinar varios factores y llegar a una conclusión clave para el negocio: cuando ese cliente en cuestión se asome a la pantalla, ¿Qué le apetecería ver?