Redes sociales, ¿trampa para la PYME?
Siempre he sido poco amigo de las redes sociales porque, como dice el clásico, cuando algo es gratis, el producto eres tú (y tu tiempo), así que me alegré bastante/sinceramente con el regalo de San Valentín que nos hizo la ciudad de Nueva York al presentar una denuncia formal contra las empresas propietarias de las grandes plataformas de redes sociales TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y Youtube al considerar que están alentando “una crisis de salud mental juvenil”.
Dejando al margen el gravísimo problema de la salud mental juvenil (y no tan juvenil), aprovecho esto de NY para preguntarnos qué beneficio ha sacado la PYME que ha caído en la trampa de las redes sociales.
Ya sabes cómo ha ido la historia 👉 ese techguru o esa TED Talk que convence a Taller Paco de que no puede perder el tren del futuro que son las RRSS porque tu cliente es el mundo y el mundo es 24/7, y ahí de cabeza que se nos va Paco a hacer un cursillo financiado con fondos públicos (don't forget) para que nuestro Paco le haga negocio a Meta y se abra su Facebook, su Twitter, su Instagram, "porque cada canal es un perfil de cliente diferente" y ahí que se quedan congelados los timelines de Taller Paco con unos entusiastas "¡Ya estamos también en SnapChat!" con likes 👍 de, por este orden, la hija, el hijo, la pareja y el bar de Pili, que también cayó en la misma trampa. O peor: Paco contrata una empresa de community managers de esas que tienen un futbolín en la oficina y le arrean una "estrategia digital" que, seis meses después de facturarle puntualmente cada mes, Paco deja correr por haberle supuesto cero ventas y la empresa de e-coach se justifica diciéndole a Paco que Taller Paco no ha generado contenido suficiente como para apuntalar su "engagement". A lo que Paco, agotado, se pregunta que qué contenido de qué.
Fin de esta triste historia que son muchas historias y muchas tristezas.
¿Significa esto que las redes sociales no sirven/no han servido de nada para la PYME? Pues lo cierto es que no sabría decir si han servido de algo.
Dice Francesc Torralba Rosselló en su libro L'ètica algorítmica que (traduzco libremente del catalán original):
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El algoritmo ha entrado en la vida en sociedad, pero lo ha hecho porque, en cierta medida, cada vez más se le han confiado las operaciones esenciales.
Y ahí la trampa: hemos pensado (o nos han vendido) que unos tuits o unos likes iban a hacer negocio más y mejor que nosotros mismos, confiando esas operaciones esenciales en unos sistemas cuyo modelo de negocio no es que tú vendas, sino que les dediques tu tiempo y tus contenidos.
Todos los contenidos y todo el tiempo, a ser posible.
Para acabar, hazte la siguiente pregunta como PYME:
¿Qué impacto han tenido las redes sociales en tu cuenta de resultados?
Impacto real, cuantificable, a ser posible en la columna Ingresos y no en la otra. Insisto: no hablo de impactos como - abro Power Point - brand awareness, extend brand association, consumer enagagement o cualquier otra cosa que te pueda vender un consultor; hablo de Excel y del Impuesto de Sociedades.