Reflexiones de Liderazgo

REFLEXIONES SOBRE LIDERAZGO

¿El líder nace o se hace? Es una pregunta que muchos nos hacemos, y aunque yo no tengo (ni nadie) la verdad absoluta, lo que he aprendido es que -aunque algunas virtudes son innatas- la mayoría de los rasgos de liderazgo se van aprendiendo con la práctica y a través de tener buenos mentores. Este proceso de liderazgo nunca termina; es un proceso de “día a día”, no de “un día”; nunca llega ese momento eureka en que te levantas y ya eres un líder. El liderazgo se trabaja a diario y nunca se llega a la perfección, pero como cualquier actividad que queramos dominar, la práctica hace al maestro.

Cuando vamos comenzando, el liderazgo se siente como levantarte a la mitad de la noche en un cuarto obscuro que no es el tuyo: sabes más o menos a dónde ir, pero tienes incertidumbre sobre lo que te puedas topar en el camino; en ese momento tienes dos opciones: te puedes quedar acostado por miedo a lastimarte con algún objeto, o puedes pararte y aventurarte a lo “desconocido”. En el liderazgo nos pasa lo mismo: esperamos a que un puesto o título nos haga líderes, y entonces “ahora si soy jefe(a)”, pero la realidad es que los títulos no dan liderazgo ni honor a las personas, somo las personas las que -por costumbre y paradigmas del pasado- damos honor a los títulos cuando el liderazgo por posición es el nivel más bajo que puede existir.

No esperes entonces un título para hacer notar tu liderazgo. Ser jefe y ser líder son cosas muy diferentes y no necesitas dirigir un equipo para ser un líder, los líderes extraordinarios, siempre empiezan por liderarse a sí mismos y se nota ese liderazgo en su comportamiento diario:

Entonces, si pudieras mejorar algo en tu equipo, tu departamento, tu familia o cualquier aspecto de tu vida, ¿Qué sería? La respuesta es: ¡A TI MISMO!

¿Estás listo entonces para liderarte a ti mismo? Nadie puede ser líder de los demás si no tiene primero control sobre su persona.

¡Hasta la próxima!