Resiliencia: Factor Clave para el Éxito de un Emprendedor
Actuar con resiliencia significa hacerse cargo de las emociones propias en medio de situaciones de incertidumbre transformando los problemas en oportunidades. Un emprendedor resiliente se enfoca en lo que puede lograr, no en las imposibilidades, e interpreta que las cosas ocurren para generar movimientos que les ayudan a bien.
El éxito de un emprendedor se ve influido por su entorno. Desarrollar una nueva empresa es como cuidar a un bebé, que es más vulnerable en sus primeras etapas. Por eso es importante identificar el tipo de entorno en el que se encuentra. Existen tres tipos básicos en los que se mueven los emprendedores: Estables, Dinámicos y Turbulentos
En el escenario Estable, se facilita la creación y el desarrollo de la micro, pequeña o mediana empresa. Los cambios son leves espaciados en el tiempo. Las fuerzas externas son oportunidades para el emprendedor. Bien administradas, las empresas pequeñas y medianas florecen en el en este entorno.
El segundo tipo de entorno es el Dinámico, en el que se mueve con más vigor los cambios en el mercado, los asuntos regulatorios y las variables económicas. Aquí el emprendedor requiere de mayor creatividad y actitud positiva para adaptarse a los altibajos, que suelen ser más frecuentes e intensos.
El más retador de los escenarios es el Turbulento, caracterizado por alteraciones en las reglas del juego, sobre todo en lo político y lo regulatorio. Acá se pone en alto riesgo la permanencia del negocio por factores externos como implantación excesiva de controles, burocracia e inflación.
Para desarrollar la resiliencia, propongo tres prácticas:
Practicar el pensamiento sistémico. Todos los elementos que componen un sistema, se relacionan unos con otros en el tiempo y la distancia. Las fuerzas actúan como una especie de matriz compleja
Generar alternativas innovadoras. Si no está roto, rómpalo. Los tiempos de cambio son apropiados para desafiar modelos que fueron en algún momento efectivos, pero que han dejado de serlo y puede abrirse a nuevos paradigmas.
Generar sinergia. Alinear todos los recursos hacia la misma visión, de manera sincronizada. Todo se puede lograr cuando esto ocurre. Recuerda: la clave para generar sinergia es apalancarse en la diversidad. Aprovecha las diferencias en tu equipo de trabajo.
Ponlo en práctica y verás los resultados!