Reunión de Junta Directiva, por Unidad de Negocio o por Empresa
De acuerdo a la formalidad y cumplimiento de la Ley se establece que cada empresa debe tener su propio órgano de Administración y por ende se deberá tener reuniones cotidianas, necesarias para la toma de decisiones y establecer el rumbo que debe seguir la empresa.
Pero, qué sucede para aquellos conglomerados que cuenta con más de una sociedad anónima y que en jerarquía se ordenan por Unidad de Negocio. En este caso se deberá evaluar la opción que la reunión de Junta Directiva sea enfocada a la UN como tal, definiendo el camino y estrategia para ella y después pensar en extraer los puntos necesarios para cada sociedad anónima para asentarlos en los libros correspondientes.
Si subiéramos un peldaño más en el cual dos o más UN pertenecieran a un mismo Corporativo, diríamos que lo más conveniente sería que a este nivel se desarrollará la reunión de JD y que de igual forma, a este nivel se establezca el rumbo y estrategia de la Corporación y de cada UN en específico.
Hasta ahora se ha planteado que las reuniones de JD sean de manera piramidal, es decir que prevalezca la reunión en el nivel más alto de la Corporación; y que de ella se desprendan las decisiones por Unidad de Negocio y a su vez las que corresponden a las sociedades operativas.
Este escenario es válido siempre y cuando los miembros de la JD del Corporativo sean los mismos que los que corresponden a las UN o de las sociedades operativas, ya que las consideraciones pueden variar si en ellas participan directores que representen a los accionistas minoritarios, siendo ellos distintos en cada entidad. Ante lo cual, sería más prudente considerar llevar a cabo las reuniones por separado. Si por el contrario no hay representación de los minoritarios en la JD no debiera haber problema alguno.
Otra consideración podría ser que al nivel de Corporativo nos encontráramos con dos Consejos de Administración diferentes en su conformación y por lo cual las reuniones debieran considerar que fueran realizadas por separado.
En cualquiera de los escenarios planteados, la recomendación sería siempre la misma. Manejar una agenda marco que prevalezca para cumplir con una serie de temas principales que deben ser constantes, tales como: revisión de los resultados del período, revisión del cumplimiento del plan estratégico, compliance y auditoría interna, etc. Y alrededor de estos temas macro se agreguen los temas de importancia en función de los ciclos del negocio o de los comités que hayan sido creados y deban hacer una rendición de cuentas.