Robots o Humanos
Hace tiempo que se viene dando la discusión entre si la tecnología reemplazará la actividad de intermediación, o nunca esta será reemplazada por ello en absoluto. No hay ninguna duda que en la medida de que la tecnología facilite procesos, sea confiable y sea masivamente aceptada por sus usuarios, ella reducirá el campo de acción a la intervención humana para la conclusión de una operación inmobiliaria. Será una cuestión de roles. El ser humano por ser, valga la redundancia, un ser relacional, tiende a buscar resolver sus inconvenientes o necesidades con sus pares inmediatos, hasta que la tecnología apareció. Un robot nos puede procesar situaciones en segundos y encima con una veracidad y diciplina casi sin fallas. ¿Llegará esto al sector? ¿Se podrá transaccionar toda una operación inmobiliaria sin personas redactando documentos, entregando dinero, verificando informes y demás? ¿Perderán las profesiones su espíritu que las hizo nacer? Me permito ser escéptico con esto de que el ser humano siempre va a buscar esa contención emocional del mismo "humano", que necesita de la confianza en el profesional que lo guíe. ¿No podrá en algún momento un robot reproducir esto último? En la medida que un sistema, la tecnología empleada y todos los que pudieran ser interlocutores generen el "envrionment" propicio, es muy probable que un comprador o vendedor de un inmueble, así como un locador o locatario, desee transaccionar mediante aquellas herramientas que permitan y contenga una determinada trazabilidad simple y segura. ¿Voy contra mis propios intereses? No, reconozco nuestro futuro. El mismo será de una inminente adaptabilidad a cumplir otros roles. El conocimiento técnico tendrá que ser mucho más amplio y variado, quizás solo intervengamos en visitar los inmuebles y dar la explicación técnica de ellos. Quizás terminemos siendo casi informáticos, o marketineros que debamos entender que solo nuestro enfoque deberá estar en dónde hacer visible los inmuebles que nos son entregados para su comercialización, no lo sé, pero me animo a concluir que no seremos los mismos en diez años (sería menos sino estuviera en la Argentina). ¿Nos estamos preparando?